El Lucentum vive un inicio de ensueño: así es el trabajo que no se ve del equipo revelación de la Primera FEB
Los entrenadores asistentes, Raúl Lozano y Alberto Carrillo, analizan las claves de este gran momento, desde la unión del vestuario hasta el día a día
Alicante - Publicado el - Actualizado
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En el HLA Alicante se respira ilusión tras un primer cuarto de liga sobresaliente. Lejos de los focos principales, dos figuras clave analizan la situación del equipo: los entrenadores asistentes Raúl Lozano y Alberto Carrillo, veteranos del club con cinco y nueve temporadas respectivamente. Ambos forman parte del núcleo de confianza del entrenador principal, Rubén Perelló, y conocen a la perfección el trabajo diario que sustenta el éxito del equipo.
Las claves del éxito
Preguntados por las razones del gran rendimiento del equipo, Lozano apunta a dos factores principales: "Tenemos una plantilla de bastante nivel para para el nivel que hay en LaLiga". A ello se suma el momento anímico del grupo. "Cuando tú consigues una dinámica positiva, pues las cosas parece que salen mucho más sencillas, aunque no lo sean. Estamos aprovechando esa inercia positiva, y que nos dure", explica.
La cohesión del vestuario ha sido otro de los pilares, a pesar de ser un equipo prácticamente nuevo con solo tres renovaciones. "El equipo está muy unido fuera de la pista, y el equipo también está unido dentro de la pista", afirma Lozano, destacando que esto crea un "ambiente y un entorno muy favorable para que la gente venga con ganas a entrenar".
Es mejor pasarlo juntos que no pasarlo por separado"
Alberto Carrillo añade que, si bien empezar ganando ayuda a la piña, la verdadera prueba llegará en los momentos difíciles. La fortaleza del grupo será crucial cuando aparezca una mala racha, porque, como sentencia, "es mejor pasarlo juntos que no pasarlo por separado".
El trabajo que no se ve
El éxito en la pista es el resultado de una meticulosa planificación. Lozano y Carrillo tienen las tareas divididas: Raúl se encarga del ataque del equipo y de analizar la defensa rival, mientras que Alberto gestiona la defensa propia y estudia el ataque de los oponentes. Sin embargo, subrayan que el trabajo es conjunto: "Las decisiones se toman consensuadas entre todos", lo que, según Lozano, las hace "más fundamentadas".
Su jornada laboral es intensa. Comienza a primera hora con una reunión con Perelló, seguida de trabajos específicos y de gimnasio para los jugadores. A media mañana arranca el trabajo táctico, que dura unos 100 minutos. Por las tardes, llega el trabajo de vídeo, la revisión de entrenamientos y la preparación del siguiente rival, que tienen lista con una semana de antelación.
Es un tío bastante, bastante positivo y bastante cercano"
Sobre el entrenador principal, Rubén Perelló, ambos coinciden en su carácter. "Es un tío bastante, bastante positivo y bastante cercano con jugadores, con cuerpo técnico, con con todo el mundo que le rodea", destaca Lozano. Carrillo, por su parte, valora una de sus grandes virtudes desde que llegó al club el año pasado en una situación complicada: "Saber escuchar".
La vista puesta en el presente
Pese a los buenos resultados, el cuerpo técnico mantiene los pies en el suelo respecto a un posible ascenso. "Subir a liga ACB es muy complicado", advierte Lozano, recordando que la temporada es "larguísima" y el sistema de playoff, impredecible. Considera que solo si el equipo llega en buena dinámica a la fase final "podría ser el momento de empezar a hablar o plantearse eso".
Carrillo refuerza este mensaje de prudencia, afirmando que el único foco debe ser el presente. "Cuando piensas más allá de lo que tienes, normalmente puedes perder el foco de lo que viene", señala. Por ello, el equipo solo piensa en preparar el próximo partido en San Sebastián, sin dejarse llevar por la euforia del entorno.
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