Según la Organización Mundial de la Salud, el radón es, tras el tabaco, la segunda causa del cáncer de pulmón. Se trata de un gas radioactivo que se genera de forma natural en las rocas y sedimentos y puede estar presente en cantidades tóxicas en los espacios que habitamos, sobre todo en determinadas zonas.

En el mapa del gas radón de España, la Sierra del Guadarrama, por las concentraciones de piedra granítica, está señalada en rojo. La acumulación es especialmente significativa en municipios como Torrelodones, Galapagar, El Boalo-Cerceda-Matalpino, Moralzarzal y Alpedrete.

En los últimos años ha crecido la preocupación por conocer el riesgo que entraña para la salud y las medidas que debemos adoptar. Hay que dar respuesta a esa inquietud con información. “Se trata de informar a la población, contar la realidad, no crear alarma social… no es un gas que te mate en unos días, pero hay que hacer algo con este problema de salud pública porque llevamos 28 años de retraso con respecto a otros países de la Unión Europea”, afirma José Miguel Rodríguez, director de la Fundación para la Salud Geoambiental, del programa Vive sin Radón asegura que. En este sentido ha puesto como ejemplo Irlanda, donde entre el año 1998 y 2002 se hicieron mediciones de las concentraciones de radón en todos los colegios, algo que en España no se ha hecho nunca. “Eso es una responsabilidad de la Administración Pública”.

Rodríguez ha participado esta semana, como experto en la materia, en una mesa redonda en Alpedrete por iniciativa del Consejo Sectorial de Medio Ambiente y Energía, del Foro de Sostenibilidad y de vecinos a título personal.

Habrá más citas informativas en la Sierra sobre el gas radón como el ciclo de charlas que se ha organizado para los días 16, 23 y 30 de noviembre en el Ayuntamiento de El Boalo y los edificios administrativos de Cerceda y Matapino, respectivamente.