Infecciones urinarias, más frecuentes en verano y entre las mujeres: cómo evitarlas para que no te amarguen las vacaciones

Los especialistas del Hospital de Villalba ofrecen consejos básicos como una buena hidratación, orinar con frecuencia, cambiarse el bañador mojado, usar ropa interior adecuada y mantener una higiene íntima equilibrada 

Pilar Nuero

Collado Villalba - Publicado el - Actualizado

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Dolor en la parte baja del abdomen o en la zona lumbar, urgencia o dificultad para orinar, escozor al hacerlo... son síntomas que pueden indicar que tenemos una infección urinaria.

Durante el verano aumenta el número de casos, especialmente de 'cistitis', el más común de estos cuadros clínicos, sobre todo entre las mujeres por su anatomía y fisiología. La uretra femenina, más corta y próxima al ano, facilita la entrada de bacterias patógenas.  Factores como la humedad del traje de baño, el calor o la deshidratación contribuyen a su proliferación en el tracto urinario.

¿Cómo evitar que nos amarguen las vacaciones? Con una serie de sencillos hábitos.

"Tenemos que mantenernos muy bien hidratados, bebiendo entre dos y tres litros de agua al día, intentar orinar con frecuencia, no reteniendo la orina para permitir el adecuado vaciado y eliminación de las bacterias, cambiarse el bañador mojado cuanto antes, evitar ropa interior ajustada y elegir tejidos naturales como el algodón, que permite una mejor transpiración y reduce la humedad en la zona íntima", resume el doctor José Emilio Hernández, jefe del Servicio de Urología del Hospital Universitario General de Villalba.

Y, como apoyo a la prevención, ayuda mucho tomar ciertos productos naturales. "Los arándanos tienen propiedades, porque tienen una sustancia, las proantocianidinas, que hacen más difícil la capacidad de las bacterias para pegarse a la vía urinaria y, por tanto, pueden favorecer la depuración de estas bacterias del tracto urinario. Es importante apoyarnos también en ciertos productos que nos pueden ayudar a tener cierto equilibrio en nuestra inmunidad, los lactobacilos probióticos".

Juega un papel importante también la alimentación, con una dieta rica en frutas, verduras y fibra, y la higiene, pero sin excesos para mantener en equilibrio el pH: bastaría con agua porque "el exceso de jabón o productos perfumados puede alterar la flora vaginal y favorecer infecciones”, explica el doctor Hernández. 

Y en el caso de las mujeres, tras orinar, limpiar la zona siempre de delante hacia atrás.

Todas las mujeres sufrirán al menos una infección urinaria a lo largo de su vida. Sin embargo, hasta un 40 por ciento de los síntomas urinarios no corresponden a infecciones bacterianas reales, por lo que un diagnóstico médico riguroso es clave para evitar tratamientos innecesarios y garantizar un cuidado adecuado.

Aunque la mayoría de las cistitis se resuelven fácilmente, si no se tratan pueden derivar en infecciones renales o convertirse en problemas recurrentes. “Con un diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado, las complicaciones son raras. El problema es que muchas mujeres se automedican o retrasan la consulta sin confirmar la infección”, advierte el especialista.

Es esencial acudir al médico y realizar un análisis de orinaCuando la infección se confirma, el tratamiento suele ser rápido y efectivo y puede incluir antibióticos, analgésicos para aliviar el malestar o, en pacientes con infecciones recurrentes, destaca la inmunoprofilaxis con vacuna como medida preventiva.