El apeadero de Siete Picos, en la línea del 'tren alpino', un patrimonio histórico en peligro: corre riesgo de derrumbe parcial o total
La Asociación Hispania Nostra lo acaba de incluir en su Lista Roja por su estado de abandono, mientras continúan las obras de remodelación de la línea C-9 (Cercedilla-Cotos)
Collado Villalba - Publicado el - Actualizado
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Ahora es un edificio en estado crítico, presa del expolio, el vandalismo y el abandono, con riesgo de derrumbe parcial o total, pero antaño tuvo una gran relevancia histórica. El apeadero de Siete Picos fue una pieza esencial en el proyecto del entonces llamado 'Ferrocarril Eléctrico del Guadarrama', hoy línea C-9 de Cercanías, que comunica Cercedilla con los puertos de Navacerrada y Cotos.
La línea fue oficialmente inaugurada el 12 de julio de 1923. Dos días antes, los reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia realizaron el primer viaje, deteniéndose precisamente en Siete Picos, donde visitaron la Casa de Máquinas que proporcionaba electricidad a la línea mediante un generador diésel. Y es que el apeadero no fue sólo concebido como punto de parada intermedia, sino como sede de la subestación eléctrica que originalmente alimentaba el trazado. Fue clave para su funcionamiento y representa un hito técnico en la electrificación ferroviaria temprana en España.
Durante décadas, la estación sirvió como punto de cruce, parada y mantenimiento. Su ubicación a mitad del trazado facilitaba el funcionamiento de los trenes suizos que prestaban el servicio hasta mediados del siglo XX.
También fue usada por escolares, senderistas y aficionados al esquí. A partir de los años 60, la progresiva motorización de la sociedad y la mejora de los accesos por carretera mermaron la importancia del ferrocarril. En las décadas de los 70 y 80, el apeadero cayó en desuso, cerrando su edificio, aunque aún se conservaba estructuralmente en buen estado y el 'tren alpino' realizaba paradas facultativas. Su cierre al público se produjo definitivamente en verano de 2011.
Nunca ha sido restaurado y su actual estado de conservación ha levantado la voz de alarma en Hispania Nostra, asociación que trabaja desde 1976 en la defensa, promoción y puesta en valor del patrimonio cultural y natural de toda España. Ha incluido el apeadero de Siete Picos en su Lista Roja.
"La Lista Roja es un programa para que cualquier ciudadano o asociación local que ve un elemento del patrimonio en peligro pueda dar la voz de alerta y se pueda iniciar un proceso de recuperación. Nosotros analizamos la información y vemos si edificio tiene unos valores a preservar y que existe un riesgo cierto. La inclusión a veces causa efecto y se movilizan los recursos", explica Alfonso Muñoz, miembro del Comité Científico de la Lista Roja de Hispania Nostra.
Muñoz ha recordado que el tren alpino ya sólo para en las estaciones principales pero no en los apeaderos y el de Siete Picos "se ha quedado abandonado desde hace muchos años, sin uso y con un deterioro muy grande, muy acusado, está vandalizado y le falta parte de la cubierta. Pero consideramos que tiene un valor histórico y arquitectónico, ligado a la infraestructura del ferrocarril, y convendría conservarlo, reutilizarlo, darle otro uso si el ferroviario ya no tiene sentido, pero valdría la pena", apunta.
Parte de la cubierta ha colapsado en el apeadero y estructuras anexas
En 2023 se anunciaron obras de modernización en la línea C-9 y ADIF (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) la cerró para acometerlas en mayo de 2024. Aún están en ejecución.
El proyecto incluye la renovación de las catenarías y las vías y actuaciones en las estaciones principales (Cercedilla, Puerto de Navacerrada y Cotos). Sin embargo, denuncia Hispania Nostra, el apeadero de Siete Picos sólo fue contemplado como apartadero técnico con una vía adicional para permitir el cruce de trenes y una caseta operativa de ADIF a varios metros de la edificación, sin medidas de conservación arquitectónica.
En concreto, según ADIF, en los apeaderos de Camorritos y de Siete Picos, en desuso, se acometerán distintas actuaciones. En el primero de los casos, se remodelará el andén 1 para adaptarlo a los nuevos trenes y se demolerá el andén 2, con lo que el apeadero recuperará el servicio comercial. El de Siete Picos tendrá una nueva configuración de vías para permitir el cruce de trenes", apuntaba ADIF en una nota. Peor suerte corren los apeaderos de Cercedilla Pueblo y de Eras - Los Castaños, que serán demolidos.
El apeadero de Siete Picos está ubicado a 1.451 m de altitud, en el punto kilométrico 5,464 de la línea, a una decena de metros del límite sur del entorno protegido del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama. El edificio original, construido en granito y ladrillo visto, posee una estética sencilla y funcional, integrada con el paisaje. Su emplazamiento privilegiado ofrece vistas a los pinares del valle de la Fuenfría y al macizo de Siete Picos, y sirvió históricamente como enclave estratégico para excursionistas, montañeros y esquiadores.
Según el análisis que ha hecho el Comité Científico de Lista Roja de Hispania Nostra, el estado del edificio es crítico. "Presenta derrumbes estructurales, especialmente en el tejado, cuya mitad ha colapsado, dejando el interior expuesto a la intemperie. El entorno evidencia total abandono: una ventana abierta permite el acceso a una sala con maquinaria ferroviaria en ruinas, basura acumulada, instalaciones eléctricas deterioradas y múltiples grafitis".
Antigua sala de máquinas del apeadero, vandalizada
"Aunque el rótulo “Siete Picos” en azulejo amarillo y azul, se conserva, la fachada está cubierta de pintadas. El edificio no cuenta con mantenimiento alguno y corre riesgo de derrumbe parcial o total. Los edificios ferroviarios anejos, incluida la Casa de Máquinas, están en un estado de ruina avanzada, sin techo, entre basura y vegetación e inundados", denuncia la asociación.
No existe señalización, cerramiento ni protección física del patrimonio.
Y concluye que las obras en la vía iniciadas en 2024 "no han implicado ninguna actuación sobre el inmueble, al contrario, han aumentado los escombros además de causado desperfectos en su plataforma y accesos".
El apeadero de Siete Picos, en peligro
La tragedia, además, ha planeado por el apeadero en varias ocasiones. En 2021 y en 2023 hubo dos accidentes similares. En ambos casos, los protagonizaron menores al subirse al edificio por uno de los postes, recibir una descarga eléctrica de la catenaria y precipitarse al suelo desde una altura considerable.