Euro digital: ¿qué es, cómo funcionará y en qué se diferenciará del dinero físico?

Esta nueva divisa virtual convivirá con el dinero en efectivo y ofrecerá pagos con una seguridad total, aunque con límites en su uso y dudas por resolver

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

4 min lectura

El proyecto del euro digital ya tiene un horizonte más claro, y la intención del Banco Central Europeo (BCE) de ponerlo en marcha ha desatado un intenso debate público. Mientras algunos sectores expresan su preocupación por un posible control excesivo sobre las finanzas de los ciudadanos, otros ven en esta iniciativa una evolución natural y positiva del dinero. Para arrojar luz sobre este tema, el director de innovación del Instituto de la Barcelona Finance School, Eloi Noya, ha desgranado las claves de esta nueva forma de dinero electrónico que promete transformar la manera en que realizamos nuestras transacciones diarias. La gran pregunta es cómo afectará realmente al ciudadano de a pie, si podremos usarlo para pagar un café o si su funcionamiento se asemejará más al de una criptomoneda como el bitcoin.

La gran pregunta es cómo afectará realmente al ciudadano de a pie, si podremos usarlo para pagar un café o si su funcionamiento se asemejará más al de una criptomoneda como el bitcoin.

¿Qué es y cómo funcionará el euro digital?

A diferencia de las criptomonedas descentralizadas y volátiles, el euro digital se define como una moneda digital de banco central (CBDC), lo que significa que estará emitida y respaldada directamente por el BCE. Según explica Eloi Noya, esto le confiere una estabilidad y seguridad máximas. “Es una moneda digital respaldada por el Banco Central Europeo, con la garantía del Banco Central Europeo”, afirma el experto. En la práctica, funcionará de manera muy similar al euro físico, con una paridad uno a uno, pero existirá exclusivamente en formato electrónico. Los ciudadanos podrán tener estos euros en una billetera electrónica en sus dispositivos móviles para realizar pagos cotidianos con total normalidad.

Será como un billete físico, en el sentido de que te da la seguridad última del Banco Central Europeo"

Esta nueva divisa no solo será estable, sino que también ofrecerá un nivel de seguridad superior al de los fondos depositados en la banca comercial. Eloi Noya lo describe como el equivalente digital al dinero en efectivo en términos de confianza: “Será como un billete físico, en el sentido de que te da la seguridad última del Banco Central Europeo”. Esto significa que los fondos en euros digitales son un pasivo directo del BCE, eliminando cualquier riesgo de quiebra bancaria que, aunque mínimo, existe en el sistema actual. Además, la tecnología que incorpora, basada en la distribución de registros, está diseñada para que falsificar el euro digital sea una tarea prácticamente imposible desde el punto de vista técnico.

Convivencia con el efectivo para proteger la privacidad

Una de las mayores preocupaciones generadas por el euro digital es la posible desaparición del dinero en efectivo y, con ello, la pérdida de privacidad. Sin embargo, el Banco Central Europeo ha insistido en que su objetivo no es sustituir los billetes y monedas, sino ofrecer una alternativa digital. Eloi Noya confirma esta postura y señala que es una respuesta a las críticas sobre el control. “El BCE plantea el euro digital como una alternativa al euro físico y no para hacer desaparecer los billetes”, aclara. De este modo, los ciudadanos podrán seguir utilizando el dinero en efectivo, que garantiza un alto grado de anonimato en las transacciones.

La irrupción de las 'stablecoins' privadas, el gran detonante

La principal razón detrás de la creación del euro digital es la creciente popularidad de las criptomonedas estables o 'stablecoins' emitidas por empresas privadas, en su mayoría ancladas al dólar. Estas divisas digitales han ganado terreno rápidamente, y el BCE busca contrarrestar este movimiento con una alternativa oficial, pública y soberana para la zona euro. “Como reacción a todo este movimiento, se ha decidido emitir un euro digital oficial”, comenta Noya. De no hacerlo, Europa correría el riesgo de que su ecosistema de pagos digitales quedara dominado por monedas privadas de origen extranjero, perdiendo autonomía monetaria.

Podría funcionar durante un cierto tiempo sin internet"

Otro aspecto clave que se ha tenido en cuenta en su diseño es la resiliencia del sistema ante posibles fallos técnicos, como un apagón generalizado de la red. Aunque la digitalización total parece vulnerable, el euro digital está siendo diseñado para mitigar este riesgo. Según el director de innovación, el sistema contempla soluciones para no depender exclusivamente de la conectividad. “El euro digital podría funcionar durante un cierto tiempo sin internet”, asegura, lo que permitiría seguir realizando pagos básicos incluso en situaciones de emergencia o interrupciones del servicio.

el sistema contempla soluciones para no depender exclusivamente de la conectividad.

Para el usuario final, la experiencia de pagar con euros digitales será “muy similar” a la de utilizar una tarjeta de débito o una aplicación de pago móvil. Sin embargo, existirán diferencias importantes. Una de ellas será la imposición de límites a la cantidad de euros digitales que una persona podrá acumular en su billetera, una cifra que podría oscilar entre los 3.000 y los 10.000 euros. Esta medida busca evitar una fuga masiva de depósitos de la banca comercial hacia el banco central, lo que podría desestabilizar el sistema financiero. El objetivo es que se utilice para pagos minoristas y no como un depósito de grandes cantidades de valor.

La principal ventaja para el ciudadano será, por tanto, la tranquilidad de tener su dinero respaldado directamente por la máxima autoridad monetaria europea. A diferencia de los depósitos bancarios, que están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos hasta un límite de 100.000 euros por titular y entidad, el euro digital ofrecerá una “ultraseguridad”, en palabras de Noya. Se trata de una forma cómoda y fiable de realizar pagos en un mundo cada vez más digitalizado, combinando la innovación tecnológica con la confianza de una institución pública como el Banco Central Europeo.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.