Xavier Vilajoana, presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de Cataluña y España
Convereses con Xavier Vilajoana:“Se piensa demasiado en las próximas elecciones y muy poco en las próximas generaciones”
Vilajoana reclama “un pacto de Estado para garantizar el acceso a la vivienda” y denuncia que “España es el país con la mayor carga fiscal sobre cada vivienda construida en toda Europa”
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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El presidente de la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios de Cataluña y España (APCE), Xavier Vilajoana, celebró que por fin se estén dando pasos para “flexibilizar” la polémica norma del 30% de vivienda protegida impuesta por el gobierno de Ada Colau en Barcelona. “El 30% de cero es cero”, ironizó, lamentando que la medida no haya generado los resultados esperados y reclamando ajustes para que pueda aplicarse con eficacia. “Debe modificarse de manera que sea viable”, subrayó.
En declaraciones al programa Converses de Cope Catalunya i Andorra, Vilajoana mostró su incomprensión ante la resistencia de la clase política a modificar esta normativa: “Cuesta mucho entender por qué no se ha
corregido antes. Se piensa demasiado en las próximas elecciones y muy poco en las próximas generaciones”, denunció con contundencia.
El presidente de la APCE aprovechó para lanzar un llamamiento a un pacto de Estado por la vivienda, señalando que los problemas estructurales del sector no pueden abordarse con medidas aisladas ni con visión cortoplacista. “Hacen falta consensos duraderos, porque el ciclo de maduración de una vivienda ya es, en sí mismo, más largo que una legislatura”, explicó.
Xavier Vilajoana advirtió de un déficit acumulado de viviendas en España que ronda las 150.000 unidades anuales, según el Banco de España. “Estamos construyendo solo 100.000 viviendas al año cuando se necesitan al menos 250.000”, alertó.
Vilajoana también cargó contra la elevada presión fiscal sobre la vivienda advirtiendo de que “España es el país con la mayor carga fiscal sobre cada vivienda construida en toda Europa: el 30% del coste final son impuestos. Y esto podría corregirse mañana mismo sin necesidad de legislar”.
Además, denunció el exceso de burocracia urbanística, afirmando que el proceso medio para que un suelo pase a ser edificable es de 16 años. “No se puede planificar nada con estos plazos. Necesitamos un urbanismo más ágil, flexible y adaptado a la realidad del siglo XXI”, reclamó.
Finalmente, abogó por una visión metropolitana del problema del acceso a la vivienda: “Tenemos que dejar de hablar solo de Barcelona ciudad. Si una persona tarda 21 minutos en llegar desde Lliçà de Vall al centro de la ciudad, eso también forma parte de la solución. Hay que medir en minutos, no en kilómetros”, concluyó