Uno de cada tres catalanes se plantea cambiar de casa por miedo a fenómenos climatológicos extremos
Un 5% de los ciudadanos ya ha realizado el cambio para alejarse de riesgos derivados del clima.
Barcelona
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Los efectos del cambio climático influyen ya en las decisiones residenciales de los catalanes. Un 36% asegura que se ha planteado, está buscando o ya ha cambiado de hogar por motivos climatológicos extremos, desde las olas de calor hasta las lluvias torrenciales o las inundaciones. Según el informe "Preferencias residenciales de los españoles según el clima" de Fotocasa, un 20% lo ha considerado, un 11% busca activamente una residencia alternativa y un 5% ya ha dado el paso. Además, aunque la tendencia es reciente, los expertos advierten que el clima se consolida como un factor clave a la hora de elegir dónde vivir.
Según los datos, Catalunya ocupa la tercera posición en España en cuanto a intención de cambio de vivienda motivada por el clima, sólo detrás de la Comunidad Valenciana (42%) y Andalucía (37%).
Vivienda
Esta tendencia se ve especialmente entre menores de 34 años, que muestran mayor predisposición a moverse, sea por sensibilidad o por una etapa vital más abierta a los cambios. En cambio, tres de cada cuatro mayores de 55 años aseguran que las tormentas, sequías o altas temperaturas no condicionan su residencia actual.
Para la directora de Estudios de Fotocasa, Maria Matos, esta nueva variable es innegable: "La población comienza a buscar mayor seguridad y estabilidad ante unos acontecimientos climáticos cada vez más frecuentes y extremos". Por lo que, todo apunta a que, en el futuro, las decisiones de compra y alquiler en Catalunya tendrán que tener más en cuenta no sólo la ubicación y el precio, sino también la resiliencia del entorno ante el clima.
El calor, las lluvias torrenciales y los incendios, en el punto de mira
Los catalanes señalan tres fenómenos meteorológicos como los principales motivos que les hacen plantearse un cambio de residencia: las olas de calor prolongadas, cada vez más frecuentes durante los veranos, las lluvias torrenciales que causan inundaciones en zonas urbanas, y el riesgo de incendios forestales, especialmente en áreas periurbanas o rurales.
Esto deja ver que estamos viendo un cambio de mentalidad significativo, ya que la vivienda ya no se elige únicamente por el precio, la cercanía al trabajo o los servicios disponibles, sino también por su exposición a riesgos climáticos. Una tendencia que, según datos, se intensificará en los próximos años.
El informe revela que el 62% de los catalanes ha notado un empeoramiento del clima en los últimos cinco años, y un 48% considera que su calidad de vida se ha visto afectada negativamente por este cambio. Esto ha llevado a que el 33% se plantee mudarse a zonas con condiciones meteorológicas más benignas o menos vulnerables a fenómenos extremos.
Incendio forestal
Las zonas costeras, las más afectadas
Las comarcas del litoral catalán, especialmente aquellas más densamente pobladas como el Barcelonès, el Maresme o el Baix Llobregat, figuran entre las áreas donde más ciudadanos se están planteando un cambio de residencia. “En estas zonas, el calor urbano se combina con el riesgo de inundaciones debido al aumento del nivel del mar y las lluvias intensas”, indica Matos.
No obstante, el informe también señala un creciente interés por municipios del interior o de mayor altitud, como la Garrotxa, el Berguedà o el Ripollès, donde las temperaturas suelen ser más moderadas en verano y el riesgo de inundaciones es menor. Estas zonas, tradicionalmente menos demandadas, están viendo un repunte en el interés inmobiliario, especialmente entre familias jóvenes y teletrabajadores que priorizan el confort climático.
Impacto en el mercado inmobiliario
El cambio de percepción sobre el clima y su influencia en la vivienda está empezando a modificar el comportamiento del mercado inmobiliario. Por ejemplo, el 29% de los catalanes ya ha considerado factores climáticos a la hora de elegir su actual domicilio y un 17% ha descartado comprar o alquilar una vivienda por estar en una zona con alto riesgo climático.
Ahora, en las consultas ya se plantean si un barrio tiene sombra, si la vivienda está bien aislada térmicamente, o si está en una zona con riesgo de incendio o de sufrir cortes de agua en verano.
Una tendencia que también puede acentuar la desigualdad en el acceso a la vivienda, ya que las zonas más seguras desde el punto de vista climático tienden a encarecerse rápidamente. Además, muchas viviendas en zonas con riesgo siguen siendo más asequibles, lo que puede dejar a las personas con menos recursos más expuestas a los efectos del cambio climático.
Tendencia nacional
A nivel estatal, el informe muestra que un 28% de los españoles se plantea mudarse por motivos relacionados con el clima, una cifra algo inferior a la registrada en Cataluña. Comunidades como Andalucía, la Comunidad Valenciana y las Islas Baleares también presentan cifras superiores a la media nacional. Por lo tanto, España está en la primera línea del cambio climático en Europa, y sus ciudadanos ya lo están notando en su día a día.