El tapón de la dependencia: casi 60.000 personas esperan la valoración en Cataluña

Baja un poco el tiempo de espera, pero aumentan las personas que piden acogerse a la ley de la dependencia

Muchos dependientes están a la espera de recibir ayudas

Montse Rodríguez

Barcelona - Publicado el

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El trámite para recibir las ayudas a la dependencia es el segundo para el cual la ciudadanía tiene que esperar más, y es uno de los que la Generalitat ha incluido en el paquete de medidas para simplificar la administración catalana.

Actualmente, son casi 60.000  personas que todavía esperan la valoración de su grado de dependencia, más del doble que hace un año y medio. El diciembre pasado, el Departamento de Derechos Sociales aprobó una inyección de dinero en personal y tecnología que, de momento, solo se ha reflejado en la reducción del tiempo de espera para la valoración del grado de dependencia.

Aun así, los ciudadanos todavía tienen que esperar cuatro meses y medio. El tapón en el sistema de dependencia es enorme y la lista de espera vuelve a crecer.

Una vez valorados, la administración tiene que hacer la PIA, es decir, establecer a que tiene derecho cada dependiente (centro de día, residencia, atención domiciliaria, ayudas para un cuidador no profesional, etc.).

Para establecer la PIA hay casi cuatro meses más de media de espera y casi 35.000 dependientes esperando. Después, y en función de las necesidades de cada persona, de cada familia, se tiene que esperar una plaza libre o que la administración designe la persona que tiene que ir a casa de aquel dependiente.

Personas detrás las cifras

60 mil personas a la espera de valoración

Más allá de las cifras, que ya son de por si preocupantes, la verdadera injusticia es que detrás hay personas y, a menudo, las familias que menos recursos tienen. 

Muchas familias, no  pueden hacer  frente a las alternativas que tienen si no les llegaba una plaza pública 

Recursos que hacen falta y tipos de ayudas

La Generalitat empieza a mover ficha para resolver el tapón del sistema de dependencia, al menos en cuanto al tiempo de espera. Otra cosa son los recursos que hacen falta para atender una población cada vez más envejecida y más dependiente. Andrés Rueda, el presidente de la Asociación de Directores de Centros de Atención a la Dependencia, ha puesto cifras:

"Si queremos limpiar la lista de espera que tenemos, necesitamos una aportación extraordinaria de 2.500 millones de euros."

El gobierno español acaba de aprobar y enviar en el Congreso una reforma de la ley para ampliar las coberturas actuales, que no responden satisfactoriamente a las necesidades de la gente mayor. Conseguir una plaza pública en una residencia, en función del territorio, cuesta años de espera y muchas personas mueren antes de conseguirlo.

La atención domiciliaria, apunta Rueda, también está infradotada. "Si necesito una atención continuada porque soy un grado 2 o un grado 3, y a casa el que me dan son dos horas y media en el día, esto es completamente insuficiente. Si incrementan las personas que tienen que estar en casa, tenemos que incrementar los cuidadores. Y no tenemos", concluye.

Por eso, desde la Asociación de Directores de Centros de Atención a la Dependencia califican la propuesta, nuevamente, de papel mojado si no se ponen más recursos económicos y personales sobre la mesa.