Estos son los errores más comunes que pueden disparar la factura de la calefacción en casa

Los descuidos diarios que pueden encarecer el invierno en casa

sistemas de calefacción ante el frío

Mar Puerto

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

Con la llegada del frío, muchas viviendas experimentan un aumento notable en el consumo de calefacción sin una razón aparente. Sin embargo, en la mayoría de los casos, el problema no está en el sistema, sino en pequeños gestos cotidianos que pasan inadvertidos y que pueden disparar la factura mes a mes. Detectarlos a tiempo es clave para mantener el calor sin que el gasto se dispare. Y es que, mantener la vivienda caliente en los meses fríos puede convertirse en un gasto muy elevado si se cometen determinados errores cotidianos. Por ese motivo, hay algunas prácticas muy comunes que inflan la factura de la calefacción.  

Tapar o bloquear los radiadores  

Uno de los fallos más habituales es colocar muebles, cortinas u objetos delante de los radiadores. Esto dificulta la correcta difusión del calor y provoca que el sistema tenga que trabajar más tiempo para calentar la estancia, lo que incrementa notablemente el gasto mensual.  

No purgar ni mantener el sistema  

La falta de mantenimiento es otro factor clave. Radiadores con aire acumulado o sistemas sin una revisión básica pierden eficiencia. Un purgado periódico y la limpieza de los elementos permiten que el calor circule de manera uniforme sin esfuerzo adicional.  

Europa Press

Calefacción, radiador

Escapes de calor y mal aislamiento  

Las rendijas en ventanas y puertas generan fugas constantes de calor. Aunque pasen desapercibidas, obligan a la calefacción a funcionar más de lo necesario. Revisar el aislamiento y evitar estos escapes es esencial para mantener un consumo equilibrado.  

Mala ubicación de los radiadores  

Situarlos lejos de las zonas más frías, como las ventanas, reduce la capacidad de compensar el contraste térmico. La colocación estratégica ayuda a estabilizar la temperatura interior sin exigir más energía al sistema.  

Ajustes incorrectos del termostato  

Elevar la temperatura por encima de los 20–21 °C o modificarla de forma brusca provoca un consumo energético innecesario. Mantener un rango constante y moderado evita picos de gasto y mejora la eficiencia del hogar.  

Ventilación excesiva o mal programada  

Abrir las ventanas durante largos periodos enfría en exceso la vivienda. Con unos minutos al día es suficiente para renovar el aire sin perder el calor acumulado. Ventilar en las horas más cálidas favorece además el ahorro.  

Calefacción funcionando en estancias vacías  

Dejar abiertas las puertas de habitaciones sin uso o calentar espacios innecesarios hace que el sistema trabaje de forma desigual. Sectorizar la vivienda y cerrar los espacios que no se utilizan ayuda a reducir el consumo de manera inmediata.  

No aprovechar la luz natural  

Mantener cortinas y persianas cerradas durante el día impide que entre calor gratuito del sol. Abrirlas en las horas de mayor iluminación suplementa el trabajo de la calefacción y contribuye a un ambiente más cálido de forma natural. 

En conjunto, estos errores —a menudo cotidianos e inadvertidos— pueden elevar la factura de la calefacción más de lo esperado. Corregirlos mejora la eficiencia térmica del hogar, reduce el consumo energético y ayuda a mantener un gasto más razonable durante los meses fríos. Por lo tanto, corregir estos errores no solo contribuye a reducir el gasto energético, sino que también mejora el confort del hogar y prolonga la vida útil de los sistemas de calefacción. Adoptar hábitos más eficientes permite afrontar el invierno con un consumo controlado, una temperatura estable y una factura mucho más previsible.

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