La Sagrada Familia ilumina la única torre que el arquitecto original vio levantada para celebrar el centenario de su finalización

La Sagrada Familia ha celebrado este domingo por la tarde el centenario de la finalización de la primera de las 18 torres que tendrá la basílica, la dedicada a Sant Bernabé, situada en la fachada del Nacimiento. Se cumple exactamente un siglo del 30 de noviembre de 1925, cuando el templo acogió una fiesta para celebrar la primera aguja, la única que el arquitecto original pudo ver antes de su muerte al año siguiente. Para conmemorar la efeméride, la Sagrada Familia ha iluminado la torre dedicada a Sant Bernabé durante toda la tarde y ha celebrado un acto institucional en el interior del templo con un diálogo entre arquitectos, un castillo humano levantado por la colla castellera local y una actuación del coro infantil Amics de la Unió. 

El acontecimiento en el monumento ha comenzado con el repique de la campana tubular original de la propia torre a las cinco y media de la tarde, seguido de una interpretación del Cor Infantil Amics de la Unió, dirigido por Josep Vila y con Joan Espuny al órgano. 

El acto central de la celebración ha sido un diálogo entre el arquitecto director de las obras, Jordi Faulí, y la arquitecta y estudiosa de Gaudí, Chiara Curti. En la conversación han recordado que el año que viene, poco más de un siglo después de la primera inauguración, se pondrá punto final a la torre más alta, la dedicada a Jesucristo, y solo quedarán cuatro por completar. Curti ha explicado que “no es casual” que fuera la primera en inaugurarse, ya que es la que queda más al este de la fachada del Nacimiento, es decir, la primera que se ilumina con la salida del sol. Además, ha recordado que, igual que este domingo, la fecha escogida para finalizarla fue el primer domingo de Adviento de 1925.

Ambos arquitectos han recordado que la torre vio la luz solo unos meses antes del atropello de tranvía que acabó con la vida de Gaudí, momento en el que, según han señalado, la Sagrada Família “deja de ser el sueño de un loco en la periferia de Barcelona para convertirse en la obra de un pueblo”. Su actual sucesor en la dirección de las obras, Jordi Faulí, ha explicado que las personas de todo el mundo que han visitado el templo expiatorio a lo largo de los 143 años de construcción solo han encontrado una expresión para describirlo "luce bien".

Faulí ha añadido que el hecho de que la primera torre ya estuviera acabada en el momento de la muerte del arquitecto, así como buena parte de la fachada del Nacimiento, supuso “un reto para las futuras generaciones” para completar el proyecto. Además, los elementos terminados sirvieron “como modelo” para construir el resto de torres de los apóstoles. Tanto Faulí como Curti han recordado lo multitudinario del funeral del arquitecto, celebrado pocos meses después de la finalización de la torre de Sant Bernabé.

El arzobispo de Barcelona, Joan Josep Omella, ha cerrado el acto afirmando que la obra de Gaudí “no solo cautiva la mirada”, sino que también “interpela el corazón y abre la mente”. También ha hablado de la inspiración que supone el arquitecto, deseando que las generaciones actuales continúen siendo constructoras, pero “no de piedras, sino de paz, belleza y esperanza”. Ha destacado, además, la “humildad” del artista, que unía “ciencia y fe, acción y oración, materia y espíritu”.

 Coro infantil y castellers  

Durante el acto, los asistentes han podido escuchar la actuación del Cor Infantil Amics de la Unió, que ha interpretado piezas como ‘Gloria’, de Antonio Vivaldi. Además, los castellers de la Sagrada Família han levantado un cuatro de siete en el interior del templo.