Récord Climático Global: 4,5 Billones en Daños. El Índice de Riesgo 2026 Sitúa a España en el Puesto 20 por Eventos Extremos
El último Índice de Riesgo Climático (CRI) 2026 de Germanwatch desvela la devastación: más de 832.000 muertes y 4,5 billones de dólares en pérdidas globales por el clima extremo desde 1995. España subraya la tendencia, escalando al puesto 20 mundial en el último año analizado, evidenciando una urgencia de adaptación sin precedentes.
Clima extremo en el planeta
Lleida - Publicado el
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La publicación de la nueva edición del Global Climate Risk Index (CRI) 2026 por parte de la reconocida ONG Germanwatch, que se presentará oficialmente en el marco de la COP30 en Belém (Brasil), lanza una advertencia histórica que ya no admite matices. Las cifras consolidadas de las últimas tres décadas (1995-2024) son demoledoras: la comunidad internacional ha presenciado más de 9.700 fenómenos meteorológicos extremos, responsables directos de la trágica pérdida de 832.000 personas en todo el mundo.
Pero el coste no es solo humano. El impacto económico de esta aceleración climática se ha disparado hasta alcanzar la escalofriante cifra de 4,5 billones de dólares en daños (una cifra ajustada a la inflación para reflejar su valor real). Este compendio de datos, extraídos de la rigurosa Base de Datos Internacional sobre Desastres EM-DAT, las cifras del Banco Mundial y los análisis socioeconómicos del Fondo Monetario Internacional (FMI), subraya una conclusión ineludible: los fenómenos meteorológicos extremos causados por el cambio climático están provocando daños cada vez mayores, lo que intensifica la necesidad urgente de reducir las emisiones globales y acelerar los esfuerzos de adaptación climática.
España en la Grieta Climática: Del Puesto 24 al 20
Aunque el foco del CRI tradicionalmente recae sobre los países del Sur Global —históricamente los más vulnerables a impactos relativos—, las últimas ediciones han revelado una escalada de riesgo preocupante en economías avanzadas. España es un ejemplo paradigmático de esta tendencia.
Analizando el periodo completo de 30 años (1995-2024), España se sitúa en el puesto 24 entre los países más afectados del mundo. Este ranking a largo plazo refleja la exposición sostenida a la sequía mediterránea, la desertificación gradual y los recurrentes episodios de calor extremo.
Sin embargo, el dato más alarmante se encuentra en el ranking del último año. Solo en 2024, marcado por episodios severos de inundaciones DANA y récords de temperatura que afectaron gravemente a sectores clave como la agricultura y el turismo, España escaló hasta la posición 20 de los países más afectados. Este ascenso de cuatro puestos respecto a su media a largo plazo, la sitúa en la órbita de naciones que sufren los peores embates anuales del clima, como se refleja en el Top 20 de 2024:
Puesto (Año 2024) País Puesto (1995-2024) País
1º San Vicente y las Granadinas 1º Dominica
2º Granada 2º Myanmar
3º Chad 3º Honduras
4º Papúa Nueva Guinea 4º Libia
5º Niger 5º Haití
... ... ... ...
20º España 24º España
El salto en la clasificación anual demuestra que los sistemas de resiliencia y las infraestructuras españolas están siendo probadas hasta el límite por la nueva intensidad de los choques climáticos. La intensificación de las olas de calor es especialmente crítica, siendo un factor de riesgo para la salud pública que exige un esfuerzo mucho mayor en planes de prevención y adaptación urbana.
El Tablero de la COP30: Presión por la Adaptación y la Financiación
La publicación del CRI 2026, con su metodología actualizada que abarca hasta el año 2024, proporciona un contexto de máxima presión para los negociadores que se reunirán en la COP30 en Brasil. La evidencia del aumento de los daños globales subraya la necesidad de abordar tres pilares críticos de la acción climática global:
- Objetivos de Adaptación Claros: El informe de Germanwatch exige la definición de metas concretas, medibles y verificables para ayudar a las naciones a hacer frente a los impactos inevitables. El caso de España y el Sur de Europa confirma que la adaptación no es opcional ni puede depender de presupuestos esporádicos.
- Financiación Fiable y Justa: La brecha entre el coste de los daños y los fondos disponibles para la resiliencia es abismal. Los negociadores se enfrentarán a la obligación de garantizar un financiación fiable y predecible para los países vulnerables, especialmente a través del fondo de Pérdidas y Daños (Loss and Damage).
- Impulso a la Mitigación Global: El incremento de los desastres, simbolizado por ese total de 4,5 billones de dólares en pérdidas, es la prueba definitiva de que la reducción de emisiones sigue siendo insuficiente. El CRI 2026 actúa como un poderoso recordatorio de que cada año de inacción en mitigación se traduce en miles de millones de dólares adicionales en costes de adaptación y reconstrucción.
En última instancia, el índice Germanwatch CRI 2026 no es solo una tabla de posiciones, sino una hoja de ruta que orienta las prioridades de la política climática internacional. Revela que los principales afectados siguen siendo los países con menos recursos (como San Vicente y las Granadinas en 2024), pero que la crisis ya golpea con una fuerza inusual a las economías avanzadas, como lo demuestra la escalada de España en el ranking global.
El poder de las acciones individuales
De la Estadística a la Acción: El Poder del Ciudadano Global
Los datos del Índice de Riesgo Climático 2026 pueden resultar abrumadores, pero no deben conducir a la parálisis. Más allá de los números y las cumbres políticas, la lucha contra la emergencia climática se libra también en el ámbito individual y comunitario. La transición energética, la gestión eficiente del agua, la promoción de la movilidad sostenible y la reducción del consumo son medidas individuales que, sumadas, generan una presión social y económica imparable.
Recuerda que no estás solo en esta urgencia: miles de organizaciones y millones de ciudadanos están ya construyendo un futuro más resiliente. La acción climática individual es el motor que fuerza el cambio sistémico. Infórmate sobre los planes de adaptación locales en tu ciudad y únete al movimiento global. Cada elección cuenta.