Puigdemont acelera la ruptura con Sánchez y reúne a la cúpula de Junts en Perpiñán
El partido se inclina por romper relaciones con el PSOE y someterá la decisión final a la votación de la militancia esta misma semana
Carles Puigdemont ha reunido a la plana mayor de Junts en Perpiñá
Barcelona - Publicado el - Actualizado
5 min lectura
Carles Puigdemont ha reunido a la plana mayor de Junts en Perpiñán para decidir el futuro de su relación con el PSOE, tras lo que consideran "incumplimientos" de los acuerdos para la investidura de Pedro Sánchez. La maquinaria del partido se puso en marcha este domingo con una reunión de la dirección permanente y ha continuado este lunes con la citación de toda la ejecutiva nacional. En estos momentos, la formación se decanta por escenificar el fin del pacto con los socialistas, una ruptura que se validaría en una consulta a la militancia esta misma semana, y cuyas consecuencias prácticas en el Congreso de los Diputados, donde sus siete votos son decisivos, aún están por ver.
El pasado miércoles, la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, elevó el tono contra Pedro Sánchez en un discurso planificado que evidenciaba el malestar creciente.
La tensión ha ido en aumento durante las últimas semanas. El pasado miércoles, la portavoz en el Congreso, Míriam Nogueras, elevó el tono contra Pedro Sánchez en un discurso planificado que evidenciaba el malestar creciente. Mientras el presidente del Gobierno pedía "tiempo" a Junts, la vicepresidenta del partido le acusó de centrarse en cuestiones como el cambio horario o Palestina, pero obviar los compromisos adquiridos en 2023. Nogueras también le reprochó que "persiga" a los autónomos y "bloquee" las iniciativas de su formación contra la ocupación y la multireincidencia. "Quizás se debería hablar menos de cambios de horario y empezar a hablar de la hora del canvi", sentenció durante la sesión de control.
Una ruptura escenificada
Pocas horas después de la intervención de Nogueras, Carles Puigdemont convocó a la ejecutiva nacional para este lunes en Perpiñán. La reunión, que se prevé larga, tiene un único punto en el orden del día: "Balance del Acuerdo de Bruselas y acciones a emprender". El expresident, según fuentes del partido, se inclina por materializar la ruptura de relaciones con los socialistas, a la espera de ver cómo afecta este movimiento a la legislatura española. En esta misma línea, el secretario general del partido, Jordi Turull, ya advirtió este sábado durante el Congreso Municipalista que vienen "momentos complicados" y, sin mencionar explícitamente al PSOE, aseguró que en su partido estarían "a la altura".
Quizás se debería hablar menos de cambios de horario y empezar a hablar de la hora del cambio"
No es la primera vez que Junts se plantea suspender sus relaciones con el PSOE. Ya lo hizo a principios de este año, cuando Carles Puigdemont reclamó a Pedro Sánchez que se sometiera a una cuestión de confianza en el Congreso, una petición que finalmente fue retirada a solicitud del mediador entre ambos partidos, el guatemalteco Francisco Galindo. Además, los de Puigdemont tampoco han aclarado cuál sería su posición ante una eventual moción de censura del PP, pese a los repetidos llamamientos de los populares para que se sumen a ella en los últimos meses. El Debate de Política General del Parlament, hace dos semanas, también sirvió como termómetro, donde el PSC aprobó el preámbulo del Acuerdo de Bruselas pero rechazó negociar un referéndum en la mesa de Suiza.
Además, los de Puigdemont tampoco han aclarado cuál sería su posición ante una eventual moción de censura del PP
El balance de dos años de "incumplimientos"
Durante los últimos meses, Junts ha denunciado una constante falta de avances en las carpetas acordadas en 2023 para la investidura. El revés más reciente ha sido el descarte del Gobierno de volver a llevar la oficialidad del catalán a la mesa de los estados miembros de la UE hasta que no haya una constatada unanimidad de los 27. Aunque Moncloa ha comunicado un acuerdo con el gobierno alemán para abordar la cuestión, está por ver que este gesto convenza al partido de Puigdemont.
Por otro lado, la formación denuncia que la ley de amnistía no se ha aplicado de forma efectiva por el bloqueo de los jueces del Tribunal Supremo en el caso de los líderes del procés. Si bien son conscientes de que los escollos residen en determinados magistrados, reprochan al Ejecutivo no haber hecho lo suficiente para plantar cara al poder judicial. A esto se suma la sensación de que no ha habido una "amnistía política" completa, con una reunión entre Puigdemont y Salvador Illa que llegó "tarde" y un encuentro con Sánchez que ni siquiera está previsto. "Lo haré cuando toque", afirmó el presidente este jueves.
Además de estas dos grandes carpetas, tampoco han prosperado otros acuerdos clave con el Gobierno. Entre ellos se encuentran la proposición de ley para la delegación de las competencias en inmigración a la Generalitat, que fue inadmitida a trámite por el voto en contra de Podemos. También critican que continúan bloqueadas diversas iniciativas legislativas en materias sensibles como la multireincidencia o la ocupación de viviendas. Según la dirección de Junts, todo este cúmulo de hechos ha reinstalado la desconfianza en las relaciones con el PSOE.
La militancia decide el futuro del pacto
Un factor que ha contribuido a enrarecer el clima ha sido el encarcelamiento del exsecretario de organización socialista, Santos Cerdán, quien se había convertido en el principal interlocutor con el secretario general de Junts, Jordi Turull. Actualmente, este papel lo está ejerciendo el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, un cambio que no ha ayudado a restaurar los puentes de confianza entre ambas formaciones políticas.
Desde Junts señalan que cualquier decisión que implique una ruptura de la relación con el PSOE será sometida a votación de la militancia. Este procedimiento sigue el precedente establecido con el propio Acuerdo de Bruselas, que permitió la investidura de Pedro Sánchez en 2023. En aquella ocasión, con una participación del 67% de las bases, el 86,16% votó a favor del pacto, mientras que solo un 13,83% se posicionó en contra, validando la estrategia de la dirección.
Una consulta similar, aunque con un resultado mucho más reñido, tuvo lugar en octubre de 2022, cuando Junts votó sobre su salida del Govern de Pere Aragonès. Aquella votación, que se produjo tras un intenso debate interno, se saldó con un 55,73% a favor de abandonar el ejecutivo catalán y un 42,39% en contra, con una altísima participación del 79,18% de los militantes. Este precedente demuestra que las decisiones trascendentales en el partido pasan, en última instancia, por el veredicto de sus bases.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.