Millones de trabajadores estrenarán una semana laboral más corta y con salario íntegro: el final de las jornadas de 40 horas

Con esta medida, España se acerca a países como Países Bajos o Dinamarca, donde las jornadas laborales son más cortas.

Según datos del Gobierno, esta medida beneficiará a más de 12 millones de personas, especialmente en regiones como Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y Canarias

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el - Actualizado

5 min lectura

En un paso histórico para la modernización del mercado laboral español, el Consejo de Ministros aprobará mañana el proyecto de ley que reduce la jornada laboral máxima de 40 a 37,5 horas semanales sin merma salarial, una medida que beneficiará a más de 12 millones de trabajadores del sector privado. 

Este cambio, impulsado por el Ministerio de Trabajo y Economía Social, liderado por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, marca el fin de una norma establecida en 1983 y busca mejorar la conciliación entre la vida laboral y personal, aumentar la productividad y alinear a España con estándares europeos más avanzados. 

Sin embargo, la medida no está exenta de desafíos, y su aprobación definitiva aún debe superar el trámite parlamentario en el Congreso de los Diputados.

La reducción de la jornada laboral impactará principalmente a los trabajadores del sector privado que actualmente cumplen jornadas de 40 horas semanales

¿A quién afectará esta medida?  

La reducción de la jornada laboral impactará principalmente a los trabajadores del sector privado que actualmente cumplen jornadas de 40 horas semanales, lo que equivale a aproximadamente 1.826 horas anuales. 

Según datos del Gobierno, esta medida beneficiará a más de 12 millones de personas, especialmente en regiones como Cataluña, Madrid, Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia y Canarias, donde se concentra el mayor número de trabajadores afectados. 

Según datos del Gobierno, esta medida beneficiará a más de 12 millones de personas.

Los sectores más impactados incluyen la hostelería, el comercio, la agricultura y los servicios, donde las jornadas de 40 horas son habituales debido a la falta de convenios colectivos que establezcan horarios más reducidos.

No obstante, la medida no aplicará de manera uniforme. Los trabajadores con convenios colectivos que ya contemplan jornadas inferiores a 40 horas no se verán afectados directamente, ya que sus condiciones seguirán siendo reguladas por dichos acuerdos. 

Para los trabajadores a tiempo parcial, que representan el 13,5% de la fuerza laboral según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la ley plantea dos escenarios: mantener la misma jornada con un aumento proporcional del salario o reducir la jornada en proporción manteniendo el sueldo actual. 

Además, la normativa incluye disposiciones para sectores con necesidades específicas, como la agricultura o la hostelería, donde se permitirá una distribución irregular de hasta el 10% de la jornada anual para adaptarse a picos de trabajo.

Al liberar 2,5 horas semanales, los trabajadores dispondrán de más tiempo para actividades personales, familiares y de ocio,

Ventajas de la reducción de la jornada laboral  

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales, equivalente a unas 1.800 horas anuales, trae consigo una serie de beneficios tanto para los trabajadores como para las empresas. Entre las principales ventajas destacan:

Mejor conciliación familiar y laboral: Al liberar 2,5 horas semanales, los trabajadores dispondrán de más tiempo para actividades personales, familiares y de ocio, lo que contribuirá a una mayor satisfacción y bienestar general. 

Estudios internacionales, como los realizados en proyectos piloto en Reino Unido e Irlanda, han demostrado que jornadas más cortas reducen el estrés y mejoran la salud física y mental.

Aumento de la productividad: La vicepresidenta Yolanda Díaz ha destacado que la medida no solo busca mejorar la calidad de vida, sino también modernizar el mercado laboral.

Experiencias en países como Francia, con jornadas de 35 horas, muestran que los empleados tienden a ser más eficientes al trabajar menos horas, reduciendo errores y aumentando la motivación.

Reducción del absentismo: La mejora en el equilibrio entre la vida laboral y personal puede disminuir las ausencias injustificadas, ya que los trabajadores se sienten más valorados y menos agotados.

Alineación con estándares europeos: Con esta medida, España se acerca a países como Países Bajos o Dinamarca, donde las jornadas laborales son más cortas, promoviendo un modelo laboral más sostenible y competitivo.

Además, la ley incluye la obligatoriedad de un registro horario digital y el derecho a la desconexión digital, lo que garantiza que los trabajadores no sean contactados fuera de su horario laboral, reforzando su derecho al descanso.

la ley incluye la obligatoriedad de un registro horario digital y el derecho a la desconexión digital

Desventajas y desafíos  

A pesar de los beneficios, la reducción de la jornada laboral ha generado críticas, especialmente por parte de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) y la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), que abandonaron las negociaciones al considerar que la medida perjudica a las empresas. Entre los principales desafíos se encuentran:

Aumento de costos para las empresas: Mantener los salarios mientras se reducen las horas trabajadas incrementará el costo por hora de trabajo, lo que podría suponer una carga financiera significativa, especialmente para pymes y sectores con márgenes ajustados como la hostelería o el comercio. 

Esto podría traducirse en la necesidad de contratar más personal o pagar más horas extras, lo que elevaría los costos operativos.

Dificultades organizativas: La reducción de 2,5 horas semanales requerirá ajustes en la organización de turnos y la distribución del tiempo de trabajo, lo que podría generar complicaciones en sectores con alta demanda estacional o turnos largos, como el sanitario o el de seguridad privada.

Riesgo de sanciones: La normativa establece sanciones de hasta 10.000 euros por trabajador para las empresas que incumplan la jornada máxima o manipulen los registros horarios. La Inspección de Trabajo será más estricta, lo que podría aumentar la presión sobre las empresas para adaptarse rápidamente.

Impacto desigual en trabajadores a tiempo parcial: Aunque se contempla un aumento proporcional del salario o una reducción de la jornada para los trabajadores a tiempo parcial, la falta de claridad en cómo se implementará podría generar desigualdades entre empleados a tiempo completo y parcial.

La tramitación, que se realizará por la vía de urgencia, podría extenderse varios meses, con una fecha límite para su entrada en vigor el 31 de diciembre de 2025.

Tramitación y perspectivas  

Tras su aprobación en el Consejo de Ministros, el proyecto de ley será enviado al Congreso de los Diputados para su debate y posible incorporación de enmiendas. 

La tramitación, que se realizará por la vía de urgencia, podría extenderse varios meses, con una fecha límite para su entrada en vigor el 31 de diciembre de 2025

Sin embargo, partidos como Junts han anunciado su intención de presentar enmiendas a la totalidad, lo que podría retrasar o complicar el proceso. 

El Gobierno confía en lograr los apoyos necesarios, aunque la oposición de la patronal y algunos partidos políticos plantea un desafío significativo.

 Un paso hacia un nuevo modelo laboral  

La reducción de la jornada laboral a 37,5 horas semanales representa un cambio estructural en el mercado laboral español, con el potencial de transformar la forma en que los trabajadores concilian su vida profesional y personal. 

Aunque la medida promete beneficios como una mayor calidad de vida y productividad, su éxito dependerá de la capacidad de las empresas para adaptarse y del apoyo político en el Congreso. Mientras España se prepara para este cambio, el debate sobre el equilibrio entre los derechos de los trabajadores y la competitividad empresarial seguirá en el centro de la discusión pública.