Los menores de 3 años aprenden palabras nuevas aunque se les hable con mascarilla, según un estudio
Se desprende que el aprendizaje no depende de la atención a la boca o los ojos del hablante
El aprendizaje de palabras nuevas no sólo depende de la atención a la boca del interlocutor
Barcelona - Publicado el
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Un estudio la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universidad de Grenoble Alpes (Francia) ha demostrado que, a partir de los 2 años, los niños pueden aprender palabras nuevas incluso cuando las personas que les habla tiene la boca o los ojos tapados, por ejemplo, con una mascarilla.
Según el trabajo, publicado en la revista 'Developmental Psychology', el aprendizaje de vocabulario a estas edades está asociado a que siga la mirada del interlocutor y se fijen en el objeto que se les muestra cuando se pronuncia la nueva palabras, pero no depende de la atención selectiva a la boca o los ojos del hablante.
La investigación es la primera que demuestra que, a partir de los 2 años los niños son capaces de aprender vocabulario nuevo "a partir de una interacción social breve", y subraya la importancia de la referencia social y del control de la atención en el aprendizaje de nuevas palabras.
el estudio
Las habilidades de seguimiento de la mirada y de atención selectiva a la boca que desarrollan los bebés durante el primer año de vida se han asociado a la mejora "drástica" en la adquisición de palabras que se produce durante el segundo año.
Esto ha hecho que algunos expertos propongan que ambas estrategias de atención podrían tener un papel "clave" en el desarrollo léxico de los bebés; sin embargo, hasta ahora no se había encontrado una relación de causa-efecto que validara esta hipótesis.
En el estudio, el aprendizaje no se ha visto afectado por el uso de mascarillas
Para averiguarlo, los investigadores grabaron la mirada de niños franceses de entre 17 y 42 meses mientras participaban en una tarea de aprendizaje de palabras en tres situaciones: con la cara del hablante completamente visible, con los ojos tapados con gafas de sol y con la boca cubierta por una mascarilla.
En la tarea se les mostraba una pantalla con un interlocutor y un objeto a cada lado: el hablante pronunciaba seis veces una palabra monosilábica y, simultáneamente, en dos ocasiones, desplazaba la mirada hacia el objeto asociado a la palabra.
conclusiones
Los resultados mostraron que los niños aprendían palabras nuevas a partir de les 24 meses y que este aprendizaje no se veía afectado por las gafas ni la mascarilla.
Un mejor aprendizaje de palabras se correlacionó con el comportamiento de seguimiento de la mirada, es decir, mover la mirada hacia el objeto y alternarla entre la cara del hablante y el objeto, en todas las edades y condiciones.
Los niños prefieren mirar a los ojos del hablante antes que a la boca
Si bien enmascarar los ojos o la boca modificó los patrones de atención e hizo que se centrasen más en las regiones faciales descubiertas, esta manipulación no afectó su capacidad para formar nuevas asociaciones entre palabra y objeto.
En la situación de cara descubierta, los niños prefirieron mirar a los ojos del hablante antes que a la boca, al contrario de otros estudios previos, lo que lleva al equipo de investigación a considerar que los niños de entre 1,5 y 3 años son capaces de controlas la atención visual "de manera flexible".
¿Cómo potenciar el aprendizaje?
A la luz de los resultados del estudio, los investigadores consideran que una estrategia "eficaz" para potenciar el aprendizaje de palabras en la infancia sería llevar a cabo una exploración más profunda del objeto en cuestión, combinada con desplazamientos visuales rápidos entre el objeto y la cara del hablante.
Sin embargo, no descartan que la atención a la boca del hablante pueda ser útil en situaciones "de mayor complejidad" en el procesamiento del habla, como en el caso de niños con dificultades auditivas, trastornos del lenguaje o del espectro autista