Las mejores cocas de San Juan de 2025 encienden los hornos de Cataluña

La artesanía, la innovación y el regreso a los sabores clásicos marcan tendencia en las cocas de este año, mientras el concurso oficial también gana protagonismo

Getty Images/iStockphoto

Las mejores cocas de San Juan de 2025 encienden los hornos de Cataluña

Caterina Ruiz Ponce

Barcelona - Publicado el

3 min lectura

Con la llegada del solsticio de verano, los hornos de toda Cataluña culminan la temporada con la tradicional coca de San Juan. Este 2025, la competencia está más reñida que nunca: el prestigioso concurso “La Mejor Coca de San Juan” ha celebrado su séptima edición, consolidándose como un referente para profesionales y consumidores. 

El concurso se celebra de nuevo en la Antigua Fábrica Estrella Damm (Barcelona), siguiendo la misma mecánica que ha premiado la excelencia durante seis años. Para cada categoría —fruta y piñones, crema y piñones, chicharrones, chocolate y creativa—, los panaderos y pasteleros presentan una única muestra de entre 400 y 600 g, en un envase anónimo (sin marcas). La entrega debe realizarse entre las 9 h y las 11 h de la mañana, y la evaluación empieza a las 12:30 h con una cata a ciegas.

El jurado, compuesto por miembros de gremios profesionales y expertos del sector, puntúa aspectos como el sabor, la textura, el equilibrio y la presentación, con criterios específicos para cada categoría. 

Referencias de la edición anterior (2024)

En 2024, el concurso batió récord con más de 290 cocas presentadas de 83 hornos. Las cocas ganadoras en cada categoría marcaron un nivel altísimo que ha influido directamente en las propuestas de este 2025.

Una vez anunciado el veredicto, las cocas sobrantes se destinan a entidades sociales como fundaciones y bancos de alimentos, garantizando que no se desperdicie producto de calidad. Expectativas y novedades para 2025

  • Mayor participación: se prevé superar el número de muestras y hornos inscritos, consolidando el concurso como una cita imprescindible.
  • Categorías consolidadas: se mantiene la estructura de cinco áreas, asegurando que tanto las propuestas clásicas como las creativas tengan espacio.
  • Reconocimiento en el sector: ganar supone obtener un distintivo que acompaña la marca del horno durante todo el verano, con difusión en medios y puntos de venta oficiales.
  • Responsabilidad social: la donación de cocas excedentes sigue siendo un compromiso del certamen, con énfasis en el consumo responsable y solidario.
  • El impacto en las cocas de 2025

    Este año, la noticia va más allá de sabores y texturas. El concurso oficial refuerza el prestigio de la tradición, aporta criterios técnicos a los hornos y fomenta prácticas sostenibles. Así, cada coca ganadora de las cinco categorías simboliza tanto la diversidad gastronómica como la artesanía consciente. 

    Cinco categorías, cinco ganadores 

    En total se presentaron 270 cocas artesanas repartidas en las categorías: tradicional de fruta y piñones, crema y piñones, llardons (chicharrones), chocolate y creativa .

     Los establecimientos ganadores en 2025 son:

  • Mejor coca tradicional (fruta y piñones)Morreig (Gràcia, Barcelona), con masa estilo brioche, frutas locales y aroma de flor de azahar
  • Mejor coca de crema y piñonesFleca Rovira (Santa Agnès de Malanyanes, Vallès Oriental), destacada por su crema untuosa y aspecto equilibrado
  • Mejor coca de llardonsForn el Racó (Granollers, Vallès Oriental), premiada por su crujiente perfecto y calidad de chicharrones.
  • Mejor coca de chocolateLa Coca de Folgueroles (Folgueroles, Osona), reconocida por su brioche y chocolate puro.
  • Mejor coca creativaNatcha (Les Corts, Barcelona), con masa tipo croissant roja, frangipane de coco, mascarpone, lima y mermelada de frambuesa.
  • Contexto gastronómico y cultural

    Como se ha mencionado, 2025 destaca por cocas artesanas, con masa madre, fermentación lenta e ingredientes de proximidad, en versiones tanto sin gluten como veganas. Este entorno crea un escenario ideal para una competición marcada por la calidad, creatividad y responsabilidad.

    La colaboración entre gremios y organizadores mantiene los pilares de rigor y criterio, definiendo una coca de San Juan que no solo se come, sino que se vive y se comparte con los sentidos.