La gente mayor levanta la voz contra la discriminación por edad: “Me tratan como si fuera invisible”
Miles de personas junto a entidades civiles, sindicados, administraciones y partidos políticos han pedido una sociedad libre de edadismo
La gente mayor se siente discriminada
Barcelona - Publicado el
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Miles de personas, han salido este miércoles a las calles para reclamar una sociedad libre de edadismo, una de las discriminaciones más silenciosas y normalizadas de la sociedad actual. Esta lacra se manifiesta cuando las personas mayores son invisibilizadas, despreciadas, tratadas con condescendencia y excluidas de decisiones políticas o sociales. También cuando se las discrimina en ámbitos como el económico y el sanitario. Coincidiendo con el Día Internacional de las Personas Mayores, entidades civiles, sindicados, administraciones y partidos políticos se han concentrado este mediodía para concienciar sobre el trato desigual por motivos de edad que muchos ciudadanos sienten que reciben.
Un manifiesto con el doble de apoyos
La actriz Vicky Peña ha leído el manifiesto que acompaña la movilización y que tiene más de un millar de adhesiones, entre las cuales la del Ayuntamiento de Barcelona, y que exalta la experiencia, el conocimiento y la memoria que aportan las personas de más edad a la sociedad. El texto, que ha recibido el doble de apoyos que el 2024, denuncia y pide combatir el edadismo, que se alimenta, dicen, de prejuicios, estereotipos y simplificaciones.
Menosprecio administrativo
“Hacer trámites administrativos cuánto eres una persona de cierta edad es desesperante. Me siento ninguneado constantemente”, asegura el Ángel Rodríguez, que con 90 años forma parte de la Fundación FiraGran y del Consejo de la Gente mayor de Barcelona.
Las mujeres, las más afectadas
En cuanto a las mujeres, los datos dicen que son las más afectadas por el edadismo, puesto que acostumbran a sufrir una doble discriminación, tanto por edad como por motivos de género. De hecho, describen, el edadismo se manifiesta en todos los ámbitos y de varias maneras: con la exclusión del mundo laboral, cuando se niega a las mujeres la capacidad de decidir, cuando los medios las retratan como débiles o dependientes y cuando se las trata con condescendencia.
Joana Torruella Ventura, de 88 años, es miembro activa de la Asociación Ciudadana por los Derechos de las Mujeres y vive a menudo los efectos del edadismo: “Me sabe mal, sobre todo, que cuando voy al médico siempre se dirige a la persona que me acompaña, como si fuera invisible”. La infantilización del colectivo es una de las actitudes que Torruella cree que se tendrían que corregir.
Mejorar las relaciones intergeneracionales
Las entidades y colectivos firmantes del manifiesto apuestan para promover políticas y leyes que fomenten la inclusión y el respeto mutuo entre las diferentes generaciones y eviten la confrontación entre jóvenes y mayores. Para hacerlo posible, proponen crear espacios de encuentro e intercambio para compartir conocimientos y construir puentes.
También se pide una educación inclusiva en la escuela que incorpore contenidos que ayuden a identificar el edadismo y fomenten el respeto y la convivencia desde la infancia.