La fachada de la T1 del aeropuerto del Prat se moverá 38 metros para ganar 70.000 metros cuadrados a partir de 2028

Con esta remodelación, que puede prolongarse hasta 2032, la terminal ampliará en un 15,5% el espacio disponible.

Fachada de la T1 del Aeropuerto del Prat

Mar Puerto

Barcelona - Publicado el

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La terminal T1 del aeropuerto del Prat ganará 70.000 metros cuadrados de superficie —un 15,5% más— en 2031 y 2032, cuando finalicen las obras de remodelación del espacio, que implicarán un desplazamiento de 38 metros de la fachada hacia adelante. La gestora de la infraestructura, Aena, prevé iniciar los trabajos en 2028 y destinar una inversión de 700 millones de euros

Las obras obligarán a construir nuevas vías de acceso a la terminal para pasajeros, autobuses, taxis y VTCs, y a demoler la antigua torre de control, en desuso desde 2005. De este modo, la terminal quedará más cerca del edificio del aparcamiento. El presupuesto de la ampliación de la T1 está incluido en los 3.200 millones de euros que anunció Aena para ampliar la infraestructura y alargar la tercera pista.

ACN

Aeropuerto del Prat

La ampliación de la terminal busca ganar superficie para facturación en un aeropuerto que está al límite de su capacidad operativa, y albergar los nuevos filtros de seguridad EDSCB, que necesitan más espacio que los convencionales. 

En una comparecencia ante los medios, la directora del aeropuerto del Prat, Eva Valenzuela, ha asegurado que las obras para desplazar la fachada serán "complejas" y supondrán "incomodidades" para los pasajeros, ya que deben compaginarse con la operativa normal del aeropuerto, que el año pasado recibió más de 55 millones de pasajeros. Al mismo tiempo, ha querido transmitir que los trabajos serán "en beneficio de todos". “Vienen obras que tienen incomodidades, que se notarán, pero es importante tener siempre presente que las obras son para la mejora del aeropuerto”, ha dicho.  

En concreto, cuando se inicien las tareas en la fachada se deberá cambiar el flujo de entrada al aeropuerto, inhabilitando las puertas actuales y habilitando un recorrido alternativo. También será necesario reubicar el tráfico de vehículos, taxis y autobuses a nuevos carriles. El proyecto básico del desplazamiento de la fachada está en redacción y no se espera que esté terminado hasta dentro de un año, como mínimo

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Valenzuela ha subrayado que "es importante hablar de las obras a largo plazo", especialmente en una infraestructura que ha estado en el centro del debate por la ampliación de la tercera pista, pero ha añadido que "no son menos importantes las actuaciones más cotidianas que aseguran la competitividad del aeropuerto, la calidad del servicio y que la ciudadanía disponga de un aeropuerto de primer nivel". La ampliación de la tercera pista es la obra que tiene una tramitación más compleja, ya que obliga a tramitar un nuevo plan director y a que este sea aprobado una vez superada la revisión de las propuestas medioambientales por parte de la Comisión Europea.

La obra de la fachada se complementa con unos trabajos que el aeropuerto comienza esta misma semana: el cambio de los filtros de seguridad de la T1 por equipos EDSCB para hacerlos más eficientes y permitir que los pasajeros pasen sin tener que sacar los aparatos electrónicos ni los líquidos. Estas máquinas, que cuentan con escáneres 3D que aplican tomografía computerizada, ya se han instalado parcialmente en la T2 y en el corredor aéreo que conecta Barcelona y Madrid. 

Aena prevé que los filtros estén plenamente operativos en toda la T2 a finales de este año. Las obras en la T1 se alargarán hasta el primer trimestre de 2027, cuando ya estarán instalados todos los nuevos filtros previstos. En total, se destinará a esta mejora un presupuesto de 39 millones de euros, de los cuales ya se ha ejecutado el 30%. Esta cantidad no está incluida en el acuerdo de ampliación del aeropuerto.

La directora de la infraestructura ha insistido en que "es importante que se entienda el porqué de las actuaciones", destacando que los nuevos filtros permiten mejorar significativamente los estándares de seguridad. Según ha detallado, las principales molestias para los pasajeros serán que una parte del control de seguridad estará cerrada y que las vías de acceso a los filtros no serán las habituales. La operativa del aeropuerto no se detendrá en ningún momento por ninguna de las obras anunciadas.

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