"Las empresas se los rifan”: los 50 pioneros en IA de la UPC que han acabado la carrera con un 100% de éxito
La primera promoción en inteligencia artificial se enfrenta a una demanda laboral sin precedentes
Barcelona - Publicado el - Actualizado
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La Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) ha marcado un hito en el panorama educativo y tecnológico español con la graduación de su primera promoción del grado en Inteligencia Artificial. Los 50 estudiantes que iniciaron esta pionera carrera hace cuatro años han finalizado sus estudios, encontrándose con un mercado laboral que los recibe con los brazos abiertos y una demanda que supera todas las expectativas.
Así lo ha explicado Ramón Sangüesa, profesor y jefe de estudios del grado, en una entrevista en el programa Migdia Cope Catalunya i Andorra, conducido por Carlos Losada, donde ha analizado el presente y el futuro de una disciplina que ya está transformando la sociedad y el tejido empresarial a una velocidad de vértigo.
Universitat Politécnica de Catalunya
Una promoción de éxito rotundo
El balance de estos primeros cuatro años de andadura no podría ser más positivo. Según Sangüesa, la valoración es "muy buena", ya que la totalidad de los 50 alumnos que se matricularon en el primer curso han completado el grado. "Todos se han graduado, lo cual está muy bien, y, además, son personas que han tenido un rendimiento excelente, con unas notas impresionantes", ha destacado el jefe de estudios.
Este éxito del 100% en la finalización de los estudios subraya no sólo la calidad de la formación impartida, sino también el alto nivel y el compromiso de los estudiantes que optaron por esta innovadora titulación.
Este logro académico es sólo el primer paso. Ahora, estos nuevos profesionales se enfrentan al reto de aplicar sus conocimientos en un entorno laboral real. "La segunda parte es ver qué viene después de esto, pero vemos que se están colocando muy bien y profesionalmente, muy rápidamente. En fin, que la cosa va bastante bien", ha añadido Sangüesa.
Los primeros graduados en IA tienen el trabajo prácticamente garantizado
La rápida inserción laboral de estos graduados confirma las previsiones que motivaron la creación del grado: la necesidad urgente de talento especializado en el campo de la Inteligencia Artificial.
Un mercado laboral con una demanda insaciable
La pregunta sobre el futuro profesional de estos jóvenes tiene una respuesta contundente por parte del responsable académico: "Y tanto, es evidente que sí". El grado se implantó, en palabras de Sangüesa, porque ya se detectaba "una falta de unos cuantos miles de profesionales solo en Cataluña".
Con una promoción de apenas cincuenta personas, la oferta de talento es todavía muy inferior a la demanda real del mercado. Esto provoca que las empresas compitan activamente por captar a estos perfiles altamente cualificados, garantizándoles un futuro profesional prometedor y lleno de oportunidades desde el momento en que obtienen su título.
La fuerte demanda no solo proviene del mercado laboral, sino también del ámbito académico. El grado en IA se ha convertido en una de las titulaciones más deseadas por los nuevos estudiantes universitarios.
Existe una alta demanda de empresas que buscan profesionales formados en IA
"El año pasado teníamos 50 plazas y había 60 o 70 peticiones para entrar", ha señalado Sangüesa, confirmando el enorme interés que suscita esta carrera. Esta popularidad asegura un flujo constante de talento para los próximos años, aunque también plantea el desafío de mantener la calidad y la exclusividad de una formación de vanguardia que debe adaptarse constantemente a los cambios tecnológicos.
Desde el punto de vista empresarial, el interés en la IA es innegable, aunque no siempre se enfoca de la manera más adecuada. Sangüesa ha observado que "a veces se tienen expectativas muy altas, sobre todo en la idea de la reducción de costes y el aumento de la productividad".
Sin embargo, esta visión puede llevar a una adopción superficial de la tecnología, una especie de "etiqueta de modernidad" sin una estrategia clara detrás. El experto advierte sobre la desinformación y la falta de un plan concreto, lo que puede llevar a la frustración cuando no se cumplen esas elevadas expectativas iniciales.
A veces se tienen expectativas muy altas, sobre todo en la idea de la reducción de costes y el aumento de la productividad"
Los riesgos de una tecnología con luces y sombras
Uno de los puntos clave que ha querido matizar el profesor Sangüesa es la percepción pública de la Inteligencia Artificial. Ha explicado que esta disciplina "no es solo la IA generativa que ahora está en boca de todo el mundo, como ChatGPT y similares, sino que es algo mucho más amplio".
Existe un "núcleo de la inteligencia artificial que no varía demasiado", y es sobre esta base sólida donde la UPC centra su enseñanza. No obstante, el programa académico es dinámico y se adapta a las novedades del sector a través de "nuevos seminarios y asignaturas optativas" para cubrir las últimas tendencias.
La IA generativa que ahora está en boca de todo el mundo, como ChatGPT
El principal riesgo, según Sangüesa, es "lanzarse a la piscina sin saber dónde vas", es decir, adoptar estas tecnologías simplemente "por pura moda". Considera fundamental que las empresas evalúen el impacto concreto para su sector, definan objetivos claros y diseñen una estrategia.
Pone como ejemplo a China, que "lleva bastante tiempo" utilizando estas técnicas de forma estratégica en campos como la robótica o los coches autónomos, demostrando que una implementación bien planificada es clave para la innovación empresarial y la competitividad a largo plazo.
Más allá de los riesgos empresariales, existen otros de carácter social. Sangüesa ha alertado sobre la "excesiva confianza" que se puede depositar en los modelos de IA y, sobre todo, "el tipo de discriminación que podemos reforzar según qué modelos y cómo se entrenen".
Esta preocupación por los sesgos y el impacto social de los algoritmos es una parte fundamental de la formación que reciben los estudiantes, preparándolos para enfrentar los dilemas éticos que encontrarán en su vida profesional.
Hay una responsabilidad ética con los nuevos graduados
Ante este escenario de enormes posibilidades y no pocos peligros, la formación ética se convierte en un pilar insustituible. "Tenemos una gran responsabilidad de formarlos con una ética correcta, porque es una punta de lanza y las decisiones que tomen ahora dependerán de su criterio profesional", ha afirmado con rotundidad.
Esta formación en valores se imparte "casi desde el primer día", con el objetivo de que los nuevos expertos en IA no solo dominen la tecnología, sino que también sepan aplicarla de una manera justa, responsable y beneficiosa para el conjunto de la sociedad.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.