Uno de cada cuatro usuarios de patinete en Barcelona no respeta semáforos ni pasos de peatones, según el RACC
Un estudio advierte que el 90% desconoce que a partir de 2026 será obligatorio tener un seguro para circular con VMP
Usuarios de patinete en Barcelona
Barcelona - Publicado el
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Uno de cada cuatro usuarios de patinete eléctrico en Barcelona se salta semáforos o no respeta los pasos de peatones. Así lo revela el quinto Barómetro de Movilidad en Vehículos de Movilidad Personal (VMP) del RACC, que ha analizado el comportamiento de 800 usuarios, de los cuales 600 dentro de la ciudad y 200 en los accesos.
Según el estudio, el 95% de los conductores lleva casco, pero un 40% circula por la acera o en dirección contraria, y la mayoría no respeta los límites de velocidad cuando estos son de 10 km/h. De hecho, el 22% de los encuestados reconoce haber sido sancionado, y una parte significativa de las multas están relacionadas con excesos de velocidad. Además, el 90% admite desconocer que a partir de 2026 será obligatorio disponer de un seguro para circular con un VMP.
El uso del patinete se estanca en la ciudad pero crece en los accesos
Asimismo, el informe señala que, en el último año, el uso del patinete eléctrico dentro de la capital catalana “se ha estancado”, aunque sí se ha detectado un aumento constante de usuarios en los accesos a la ciudad. Por ese motivo, recomiendan aumentar los controles policiales para detener a los infractores, impulsar campañas pedagógicas sobre las nuevas normativas, y aplicar innovaciones tecnológicas que permitan monitorizar los flujos de VMP y prevenir la siniestralidad.
Usuarios de patinete en Barcelona
El auge del patinete eléctrico: entre el reto urbano y la necesidad de regulación
El uso del patinete eléctrico en Barcelona, como en muchas otras ciudades del mundo, se ha convertido en un fenómeno urbano imparable en los últimos años. Sin embargo, su rápida adopción ha ido por delante de la regulación, la infraestructura y la concienciación ciudadana, lo que plantea numerosos desafíos en materia de seguridad vial, convivencia en el espacio público y sostenibilidad.
Los Vehículos de Movilidad Personal (VMP), como los patinetes eléctricos, ofrecen una alternativa ágil, económica y poco contaminante para desplazamientos cortos. Son especialmente atractivos en zonas urbanas densas, donde el tráfico, el aparcamiento o el coste del transporte público pueden suponer barreras. Pero sin embargo, esta accesibilidad también ha llevado a un uso imprudente o directamente ilegal por parte de algunos usuarios, que circulan sin la formación adecuada o sin comprender del todo los riesgos que supone desplazarse a 25 km/h (o más) por espacios compartidos con peatones y ciclistas.
Uno de los factores que explican el conflicto entre usuarios de patinete y peatones es la falta de una red clara y segregada de carriles específicos para VMP. Muchas calles no están adaptadas a este nuevo actor de la movilidad, lo que obliga a los usuarios a tomar decisiones erráticas: o ir por la calzada con tráfico motorizado (lo que resulta peligroso), o invadir la acera (lo que es ilegal y pone en riesgo a los peatones). Este déficit de infraestructura genera tensiones constantes entre colectivos y dificulta el cumplimiento de las normas incluso entre los usuarios que sí quieren circular de forma correcta.
El hecho de que no se requiera una licencia de conducir para utilizar un VMP, sumado a la ausencia de formación específica, hace que muchos usuarios desconozcan o ignoren las normativas de circulación. Esto se agrava en los usuarios más jóvenes, que en muchos casos ven el patinete como un juguete o una extensión de su movilidad privada, sin asumir que están manejando un vehículo que puede causar daños graves.
La futura obligación de tener seguro a partir de 2026 es un intento de equiparar los VMP a otros vehículos motorizados en términos de responsabilidad civil, pero la falta de información al respecto es alarmante, como muestra el dato del 90% de usuarios que aún lo desconoce.
Aunque los patinetes no generan los mismos niveles de letalidad que los coches o motos, su uso sí ha incrementado los accidentes leves y moderados, especialmente colisiones con peatones, caídas por pérdida de control o choques con otros vehículos. Además, la ausencia de matrícula en muchos patinetes dificulta la identificación del infractor en caso de siniestro o comportamiento incívico.