Cambio de armario: cómo sobrevivir al paso del biquini al abrigo sin drama
Los expertos recomiendan dedicarle un tiempo, sin prisas ni compromisos
Llega el temido momento de cambio de armario
Barcelona - Publicado el
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Se acerca el temido momento de cambio de armario. Ese momento del año en el que te enfrentas cara a cara con montañas de ropa, perchas rebeldes y alguna prenda que seguramente tenías que haber reciclado el año pasado...
No hay una fecha concreta pero sí algunas señales: si ya has sacado el edredón, has empezado a usar calcetines gordos y el ventilador lleva semanas sin funcionar, seguramente es el momento. Lo ideal es hacerlo en un fin de semana tranquilo, sin prisas ni compromisos. Los expertos recomiendan no esperar al último momento, ya que hacerlo con prisas puede generar más desorden y estrés.
El cambio de armario puede suponer un auténtico estrés
Antes de abrir cajones y vaciar estanterías, hay que hacerse a la idea de que no va a ser cosa de media hora, lo mejor es tomárselo con calma, y es un buen momento para hacer “limpieza” de todo aquello que hace tiempo que no usamos. Podemos regalar, donar o reciclar.
Los expertos recomiendan algunos pasos para que la operación de cambio de armario acabe siendo un éxito:
1. Vacía el armario por completo: Antes de empezar, saca toda la ropa. Esto te permite ver lo que tienes, limpiar el espacio y empezar desde cero.
2. Limpiar antes de guardar: No guardes ropa de verano con restos de crema solar o arena de la playa. Lávalo todo antes de meterlo en cajas o bolsas. Y si puedes, añade bolsitas antihumedad o de lavanda para que no huela a “armario cerrado” cuando lo vuelvas a sacar.
3. Organizar con cabeza: Agrupa por tipo: jerseys, pantalones, abrigos, accesorios… Y si puedes, por colores. No solo queda bonito, sino que te ayuda a visualizar combinaciones. Usa cajas transparentes o etiquetadas para lo que guardes arriba o abajo del armario. Y si tienes espacio, deja a mano alguna prenda de entretiempo por si suben las temperaturas. Si usas bolsas al vacío, puedes ahorrar espacio.
Antes de hacer el cambio de armario lo mejor es pensar bien cómo organizarlo
4. Cuida tus prendas de invierno: Los abrigos merecen perchas resistentes, los jerséis mejor doblados para que no se deformen, y los zapatos de invierno agradecen un repaso con crema o spray impermeabilizante. Cuanto mejor los cuides, más te durarán.
5. Organiza con sentido: Coloca lo más usado a la vista y lo menos frecuente en zonas menos accesibles. Etiqueta cajas si guardas ropa en altillos o trasteros.
"no me cabe nada"
Nadie se escapa a esa sensación de que “de repente no cabe nada” cuando hacemos el cambio de armario pero tiene su explicación.
Normalmente, la ropa de invierno ocupa más espacio. Abrigos, jerséis, bufandas, botas… todo es más voluminoso. A diferencia de los vestidos ligeros o camisetas de verano, las prendas de invierno están hechas para abrigar, y eso significa más tela, más grosor y más bulto. Aunque tengas el mismo número de prendas, el volumen total aumenta.
También guardamos más cosas “por si acaso”. En invierno tendemos a guardar más capas, accesorios y prendas específicas (como térmicas, impermeables, etc.). Además, muchas personas guardan ropa que no usan a diario “por si hace mucho frío”, lo que añade más elementos al armario.
No hacemos suficiente limpieza. A veces, al guardar la ropa de verano, no aprovechamos para hacer una buena criba. Si no eliminamos lo que ya no usamos, simplemente estamos sumando ropa en lugar de sustituirla. Resultado: el armario se satura.
Podemos aprovechar el momento para deshacernos de lo que ya no nos ponemos
En verano, muchas prendas pueden colgarse o doblarse fácilmente. En invierno, en cambio, los jerséis no se deben colgar (se deforman), los abrigos necesitan perchas resistentes, y los zapatos ocupan más espacio. Esto obliga a reorganizar el armario y puede dar la sensación de que “no cabe todo como antes”.
Y hay también un componente psicológico...Ver el armario lleno de prendas grandes y oscuras puede generar una sensación de agobio visual. En verano, los colores claros y tejidos ligeros dan una impresión de espacio y orden. En invierno, el contraste puede hacer que el armario parezca más abarrotado.