La inteligencia artificial se abre paso para crear fármacos más baratos y personalizados

Esta tecnología reduce a la mitad los tiempos de desarrollo de nuevos medicamentos sin comprometer la seguridad y optimiza los costes de la investigación

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

5 min lectura

La inteligencia artificial ya no es una promesa de futuro en la investigación farmacéutica, sino una realidad que está transformando el presente. Esta tecnología ya está ayudando a conseguir una mayor eficiencia, menor riesgo para los pacientes y, crucialmente, un menor tiempo de desarrollo para los nuevos fármacos. Así lo ha afirmado Óscar Salamanca, presidente de la Asociación Española de Compañías de Investigación Clínica (AECIC), quien subraya que la IA es una herramienta en marcha cuyo principal reto es encajar su potencial innovador en la garantista regulación europea.

España es el tercer país del mundo en número de ensayos clínicos innovadores, solo por detrás de gigantes como Estados Unidos y China.

España, potencia mundial en ensayos clínicos

Durante su intervención, Óscar Salamanca ha puesto de relieve un dato que, según sus palabras, se conoce poco: España es el tercer país del mundo en número de ensayos clínicos innovadores, solo por detrás de gigantes como Estados Unidos y China. El presidente de la AECIC ha destacado el enorme mérito de esta posición, afirmando que "si comparas la población de referencia que tenemos en España con la que tienen en Estados Unidos o China, no tiene nada que ver". Este logro posiciona al país como un referente internacional en el campo de la investigación médica.

Este éxito no es casual, sino el resultado de un ecosistema muy favorable para la investigación. Salamanca lo atribuye a "una buena relación coste-beneficio", "una gran calidad" y la existencia de "excelentes profesionales médicos". Además, ha añadido que España cuenta con "un sistema sanitario que invita a la investigación, centros comprometidos y pacientes que participan en los ensayos", factores que en conjunto han consolidado al país como un polo de atracción para que promotores de todo el mundo quieran "venir a España a hacer investigación y a poner en marcha sus ensayos clínicos aquí".

El desafío de la regulación europea

Pese a esta posición de liderazgo, el sector se enfrenta a un desafío mayúsculo: la regulación europea. Salamanca la ha descrito como "muy garantista para el paciente", lo cual es intrínsecamente positivo. Sin embargo, ha advertido que "la hiperregulación es mala porque al final nos deja de ser competitivos con otros entornos". El temor es que un exceso de celo normativo limite el uso de herramientas innovadoras y reste atractivo a Europa frente a otras regiones más ágiles.

Las consecuencias de esta posible pérdida de competitividad son graves. Implicaría atraer "menos investigación, que son recursos", y disponer de "menor innovación terapéutica" para los pacientes europeos. Para evitarlo, Salamanca ha explicado que desde la asociación están colaborando activamente con las autoridades sanitarias. El objetivo es dar forma a un marco regulatorio que logre el equilibrio perfecto: ser garantista con la seguridad del paciente y, al mismo tiempo, innovador para no quedarse atrás en la carrera tecnológica mundial.

si antes de 10.000 éramos capaces de sacar 1 al mercado y ahora de cada 3.000 vamos a ser capaces de sacar 1 al mercado, la repercusión del costo que tiene para la farmacéutica va a ser mucho menor

Fármacos más baratos y medicina personalizada

Una de las grandes esperanzas depositadas en la IA es su capacidad para abaratar los medicamentos. El presidente de la AEIC ha explicado la raíz del alto coste actual: de media, solo "una de cada 10.000 moléculas que se empiezan a investigar son comercializadas". Esto obliga a las compañías a repercutir el coste de los 9.999 fracasos en el precio del único fármaco exitoso. La inteligencia artificial puede cambiar radicalmente este paradigma al mejorar la selección de moléculas prometedoras desde el inicio.

La eficiencia que aporta la IA es la clave. Salamanca ha puesto un ejemplo claro: "si antes de 10.000 éramos capaces de sacar 1 al mercado y ahora de cada 3.000 vamos a ser capaces de sacar 1 al mercado, la repercusión del costo que tiene para la farmacéutica va a ser mucho menor". Esta optimización, asegura, "se verá en el precio de venta del fármaco en un futuro muy corto", haciendo los tratamientos más accesibles.

Seremos más eficientes en el precio de venta que podamos tener de los mismos"

Junto a la reducción de costes, la IA está siendo el motor de la medicina personalizada. Este enfoque supera la visión tradicional de tratar enfermedades de forma global. Ya no se habla de "un paciente con cáncer", sino que se reconoce que "hay muchos tipos de cáncer, y dentro del tipo de cáncer hay muchas especificidades". La tecnología permite analizar grandes volúmenes de datos para encontrar la diana terapéutica más específica y el tratamiento idóneo para cada perfil de paciente.

"La medicina personalizada es un hecho y es una realidad, y la inteligencia artificial está colaborando mucho a ello", ha sentenciado Salamanca. Este avance no solo se traduce en una mayor eficacia de los tratamientos, sino también en una "optimización de recursos y menor coste para la sanidad pública". Se evita administrar fármacos a pacientes en los que no van a ser efectivos, un paso de gigante hacia una sanidad más eficiente y sostenible.

La medicina personalizada es un hecho y es una realidad, y la inteligencia artificial está colaborando mucho a ello"

Ante el posible temor de que la rapidez comprometa la rigurosidad, Salamanca ha sido tajante: "de ninguna manera". Ha aclarado que la IA permite tener "un mayor número de datos en menos tiempo", pero sin renunciar a ninguno de los que son "imprescindibles" para garantizar la seguridad. "La prioridad dentro del desarrollo de fármacos y dentro de los ensayos clínicos es la seguridad del paciente", ha remarcado, explicando que la vigilancia farmacológica continúa incluso después de la comercialización del medicamento.

Finalmente, respecto a la crítica que a menudo reciben las farmacéuticas por su modelo de negocio, Salamanca ha reivindicado el papel del sector privado. Ha recordado que el extraordinario aumento de la esperanza de vida en las últimas décadas "ha mejorado gracias al desarrollo farmacéutico que han hecho compañías privadas". Según ha señalado, "la inversión que se realiza por parte del gobierno es muy baja en el desarrollo de nuevas terapias", por lo que la iniciativa privada, con su interés económico legítimo y su estricto sometimiento a la regulación ética, es indispensable para el progreso médico.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.