El pabellón 3 de Feria de Lleida volverá a atender temporeros a partir de mañana.
La parroquia de San Ignasi acoge 11 personas a la espera de la apertura del pabellón.

El presidente de la fundación Arrels Sant Ignasi, Roger Torres.
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Operarios terminan estos días los preparativos en el pabellón 3 de Feria de Lleida, que a partir del próximo martes, 1 de junio, volverá a centralizar el dispositivo de atención en personas temporeras del Ayuntamiento de la ciudad. En este punto habrá la oficina única de atención para las personas que llegan a la ciudad para trabajar en la fruta, así como 122 plazas de alojamiento de emergencia y también se ofrecerán comidas, servicios de duchas, lavandería y consigna. Algunas entidades consideran que este operativo se ha iniciado demasiado tarde. Ante esto, la parroquia San Ignacio acoge 11 personas desde mediados de mayo a la espera que la Paeria abra el pabellón ferial. Aseguran que si tuvieran más plazas, también las llenarían.
Una de las novedades de este año es que la Paeria pondrá pisos a disposición de temporeros que estén trabajando. Se ofrecerán 18 viviendas amuebladas y equipadas con un total de 104 plazas que tendrán un precio social de 4 euros por noche (120 euros en el mes), además de una fianza de 100 euros.
El dispositivo de la Paeria funcionará entre el 1 de junio y el 1 de septiembre. Aun así, algunas entidades de la ciudad consideran que el operativo municipal empieza demasiado tarde y alertan que durante el mes de mayo en la ciudad ya empieza a haber "movimiento" de personas que buscan trabajo y que acaban durmiendo en la calle.
Ante esto, la fundación Arrels San Ignasi, Cáritas y Cruz Roja han puesto en marcha, por segundo año, un proyecto para acoger temporeros en la parroquia de San Ignacio de Loiola de Lleida hasta que la Paeria abra los pabellones. En concreto, desde el 17 de mayo y hasta el 1 de junio este espacio ofrece alojamiento, cena y almuerzo, servicio de higiene, lavandería y consigna a 11 personas que buscan trabajo en el sector agrario.
El rector de la parroquia y presidente de la fundación Arrels San Ignasi, Roger Torres, dice que la acogida que ofrecen es "muy limitada" por la pandemia, pero deja claro que si pudieran ofrecer más plazas de las 11 que tienen actualmente, el número de usuarios sería más alto.
Respecto al perfil de las 11 personas acogidas, Torres dice que 9 de ellas están en situación administrativa regular y que una, incluso, tiene DNI español. En cambio, señala que el número de personas con situación regular que el año pasado se alojaban al pabellón no llegaba a la mitad. También ha añadido que dos de los usuarios ya se han ido después de encontrar trabajo y que estas plazas "se han llenado automáticamente".
Las personas que han pasado por la parroquia tienen edades comprendidas entre los 27 y los 62 años. "El primer día fue impactante ver los rostros de personas muy cansadas de malvivir y mal dormir y en la segunda noche ver como salían con una cara muy diferente y agradecidas", explica el rector, que añade que muchas de estas personas llevan muchos años viviendo y trabajando en el estado español.
Por todo ello, el presidente de Arrels San Ignasi defensa que hay que abordar la problemática de los temporeros desde un punto de vista "mucho más integral" y deja claro que se trata de un "tema laboral". "Si continuamos mirando año tras año la realidad nos dice que mucha gente, si bien porque todavía no tienen contrato, están en zona de nadie", finaliza.