El Plan Daga se refuerza en Barcelona con 39 detenidos por armas blancas y drogas

Un dispositivo conjunto de cuatro cuerpos policiales intensifica la lucha contra la inseguridad en las calles de la ciudad con centenares de denuncias

MOSSOS D'ESQUADRA

Un furgón de Mossos d'Esquadra

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

2 min lectura

Un amplio operativo policial conjunto ha sacudido la noche de este viernes en Barcelona, culminando con un balance de 39 personas detenidas por posesión de armas blancas y tenencia de drogas. En la operación, enmarcada en el plan Daga, han participado agentes de los Mossos d'Esquadra, la Policía Nacional, la Guardia Urbana y la Policía Portuaria, demostrando una estrategia coordinada para atajar la delincuencia en la capital catalana.

Balance de un dispositivo de gran escala

Más allá de los arrestos, el dispositivo ha dejado un rastro de numerosas sanciones administrativas que evidencian su alcance. En total, se han interpuesto 53 denuncias por tenencia de drogas y/o armas blancas y 21 denuncias de tráfico. Además, el personal de Transportes Metropolitanos de Barcelona (TMB) ha tramitado 259 denuncias a usuarios por distintas infracciones en el servicio.

Las actuaciones también se han extendido a la inspección de establecimientos comerciales. Los agentes han revisado dos locales en la ciudad, lo que ha resultado en siete denuncias adicionales por armas o drogas y varias infracciones administrativas. Durante estas inspecciones, se ha producido la detención de una persona sobre la que pesaba un requerimiento judicial y se ha abierto una investigación a otra por posesión de un arma prohibida.

El origen del Plan Daga: una respuesta a la violencia

El plan Daga fue activado por los Mossos d'Esquadra durante el otoño de 2024 con el objetivo prioritario de combatir la creciente presencia de armas blancas en la vía pública. Esta estrategia policial nació como respuesta directa al preocupante aumento de los apuñalamientos y delitos violentos registrados en Barcelona a lo largo de 2023 y principios de 2024, un fenómeno que había generado una considerable alarma social entre los ciudadanos.

La escalada de violencia se hizo especialmente visible en zonas de ocio nocturno y en distritos céntricos como Ciutat Vella, donde se concentraron numerosos incidentes. Los robos con violencia y las peleas que derivaban en agresiones graves con navajas se convirtieron en un foco de inseguridad ciudadana. La proliferación de armas blancas entre los jóvenes y en el entorno delictivo obligó a las autoridades a diseñar una respuesta más contundente y visible.

Estrategia de saturación y prevención

La metodología del plan Daga se basa en los llamados dispositivos de saturación en puntos calientes de la ciudad, previamente identificados por la inteligencia policial. Estos operativos implican una alta presencia policial en calles y plazas, así como la realización de identificaciones y cacheos preventivos a individuos sospechosos. El objetivo es doble: por un lado, retirar las armas de la circulación y, por otro, generar un efecto disuasorio para prevenir futuros delitos.

La operación conjunta de este fin de semana es un claro ejemplo de la continuidad y la intensificación de esta estrategia de tolerancia cero contra la tenencia de armas. La colaboración entre distintos cuerpos policiales se ha revelado como un pilar fundamental para abordar de manera integral un problema complejo que afecta a toda el área metropolitana. Este tipo de actuaciones coordinadas buscan no solo reducir las estadísticas de delincuencia urbana, sino también aumentar la percepción de seguridad de los barceloneses.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.