Esta es la historia del malagueño que sin saberlo dio nombre a los Estados Unidos

Pocos saben que un español nacido en Málaga, Luis de Unzaga y Amézaga, pudo ser —sin proponérselo— quien inspiró el nombre de los United States of America. Este militar ilustrado, gobernador de la Luisiana española, fue un personaje clave en la sombra de la independencia norteamericana. Su ayuda a George Washington, en forma de suministros y palabras, cambió la historia del mundo.

Sin la intervención española, Estados Unidos no hubiese alcanzado la independencia

José Miguel Cruz

Barcelona - Publicado el

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Luis de Unzaga nació en Málaga en 1717, en una familia de tradición militar y con raíces vascas. Desde joven destacó por su inteligencia y su lealtad a la Corona española, lo que le llevó a ocupar cargos de gran responsabilidad en las colonias americanas. Su momento estelar llegó en 1769, cuando fue nombrado gobernador de la Luisiana, una vasta región recién adquirida por España tras la derrota de Francia en la Guerra de los Siete Años

Luis de Unzaga nació en Málaga en 1717, en una familia de tradición militar y con raíces vascas.

La Luisiana de aquel tiempo era un territorio mestizo y complejo, con franceses, españoles, indígenas y esclavos africanos conviviendo con frágil equilibrio. Unzaga, lejos de imponer el poder a golpe de decreto, aplicó lo que los historiadores llaman una política de “prudente tolerancia”. Permitió que siguieran las leyes y costumbres francesas, se casó con una criolla local —Elizabeth St. Maxent— y logró lo que pocos: estabilidad.

Pero lo que haría de él una figura singular no fue solo su habilidad política, sino su papel discreto, casi invisible, en el nacimiento de una nueva nación

Unzaga, lejos de imponer el poder a golpe de decreto, aplicó lo que los historiadores llaman una política de “prudente tolerancia”.

 Washington y la carta que cambió la historia  

A finales de la década de 1770, las trece colonias británicas estaban en plena lucha por su independencia. George Washington, al frente del Ejército Continental, sufría una crisis logística: faltaban armas, pólvora y medicinas. Gran Bretaña había impuesto un bloqueo, y los insurgentes apenas encontraban ayuda internacional.

Territorio de la Louisiana

Fue entonces cuando, por vías indirectas y con diplomacia secreta, Washington estableció contacto con Luis de Unzaga, gobernador español de la Luisiana. España aún no había declarado oficialmente su apoyo a los rebeldes, pero Unzaga, consciente de la oportunidad histórica y del equilibrio geopolítico, decidió actuar por su cuenta.

Envió cargamentos de pólvora, víveres y medicinas que cruzaron el Mississippi y ayudaron al ejército de Washington a resistir.

Envió cargamentos de pólvora, víveres y medicinas que cruzaron el Mississippi y ayudaron al ejército de Washington a resistir. Pero además, acompañó los suministros con una carta en la que, según los historiadores, se refería a los colonos como “las unidas provincias de América”, una expresión que habría inspirado a Washington para consolidar el término que, pocos años después, se oficializaría: United States of America.

No hay constancia directa de que Washington copiara literalmente la frase, pero sí evidencia de que leyó aquella carta con interés y gratitud. De hecho, en su correspondencia posterior, el líder estadounidense comenzó a usar con frecuencia la idea de “unión de estados”, una coincidencia demasiado precisa como para ser casual.

 Un héroe olvidado por la historia  

El papel de Unzaga fue fundamental no solo en el terreno simbólico. Gracias a su discreta red de apoyo —que incluía comerciantes franceses y criollos—, canalizó recursos españoles que ayudaron a los independentistas antes incluso de que Carlos III autorizara el apoyo oficial a la causa. Fue, en cierto modo, el primer aliado extranjero de los Estados Unidos, aunque nunca buscó reconocimiento por ello.

Tras su paso por la Luisiana, Unzaga fue nombrado gobernador de Cuba y luego comandante general de Venezuela 

Tras su paso por la Luisiana, Unzaga fue nombrado gobernador de Cuba y luego comandante general de Venezuela, donde también dejó huella por su política ilustrada y su impulso a la educación y la economía. Falleció en Málaga en 1793, prácticamente olvidado por la historia. 

 El legado de un visionario  

Hoy, estudiosos como Frank Cazorla o el historiador Charles Gayarré han reivindicado su figura. En Málaga y en Baton Rouge comienzan a surgir homenajes, y no faltan quienes proponen que su nombre se enseñe en las escuelas estadounidenses junto al de Lafayette o Bernardo de Gálvez, otro español clave en la independencia.

Luis de Unzaga no buscó gloria ni monumentos. Fue un hombre pragmático, ilustrado y prudente, que entendió el poder del equilibrio y de las palabras. Sin saberlo, con una simple carta y un gesto de ayuda, plantó la semilla del nombre que marcaría el destino de un país entero: los Estados Unidos de América.