Once inédito del Espanyol frente a un Sevilla que le tiene tomada la medida

Sextos. 18 puntos. El Espanyol puede esta noche consolidar su plaza europeo en caso de ganar en Cornellà-El Prat al Sevilla. Pero aun así... resultad necesario que el entrenador toque la cresta de la gente, de algunos de nosotros, los periodistas, que andan preocupados por las dos derrotas seguidas que acumula el equipo. "El positivismo que tenéis  aquí no ayuda. Es una cosa de locos. Parce que vayamos últimos con dos puntos. Lo que hay que hacer es ganar al Sevilla, y con fútbol, porque si no lo podemos ganar a nadie. Hay que ser positivos, como lo es nuestro vestuario", dijo ayer Manolo González en conferencia de prensa. 

Fue una previa interesante de un Espanyol-Sevilla que tiene aire de partido grande. Por ser ellos quiénes son y porque los objetivos de los locales se mantienen intactos: soñar. Tras el parón, Manolo tiene dónde elegir. Sólo mantiene de baja a un Javier Puado que está semana podría volver a trotar con cierta intención sobre el verde. Dmitrovic debe celebrar su reciente paternidad con otro partidazo y sus compañeros están listos para acompañarle. ¿Quién jugará? ¿Riedel o Calero? ¿Urko o Expósito? ¿Tendrán su opción Pickel? ¿Ha llegado el momento de Terrats? Es un once muy difícil de  acertar, por mucho que la pista de Manolo de "vamos a sacar un equipo muy ofensivo" pueda dar señales de locura táctica en pos de un Sevilla que entrega una de cal y otra de arena en sus seriales ligueros. 

El choque lo va a dirigir Sesma Espinosa desde el verde y Pizarro Gómez en el VAR. No se espera, lamentablemente, que la fluencia se acerque a los 30.000 espectadores ya que, como deslizó ayer el propio Manolo, no es ni medio serio que un partido de este tipo se dispute en lunes a las 21:00. Fútbol sin niños en las gradas. No mola. "Así como los entrenadores debemos hacer autocrítica, alguien más debería hacerla. No es lo mismo jugar a las nueve en León que en Sevilla. No tiene ni pies ni cabeza jugar a este hora", dijo. Al españolismo siempre le quedará el Narváez, la resistencia de los bares en la zona, que hoy organiza una paella de pericos que será de larga sobremesa y postre futbolero. A por todas.