Cuidado con la gasolina

Cuando el mecánico me entregó la moto nueva me dijo: “ten cuidado con la reserva, no apures con la gasolina que la maquinaria sufre”. Y en eso debe estar ahora Hansi Flick, pendiente del Excel y de los marcadores que controlan los índices de fatiga de los futbolistas. Sigue con el discurso del 'focus' en el siguiente partido pero no esconde que hay que controlar la carga de minutos. En los últimos días se ha encendido algún piloto. Iñigo acabó tocándose el glúteo en el Metropolitano y no pudo jugar contra el Betis. Raphinha volvió física y mentalmente cansado de la concentración con Brasil, no llegó para viajar a Pamplona, prefirió no entrar frente el Girona y fue suplente contra el Betis. A Yamal se le vio el domingo impreciso, sin la chispa y la facilidad para irse de otros días. Incluso Pedri falló pases que no había fallado en toda la temporada.

Han sido cuatro partidos en diez días, mucha tralla. Sin acabar de salir de los compromisos con las selecciones el partido aplazado contra Osasuna, tres días después tocó recibir a un Girona que no es de la temporada pasada pero te exige, tres días después vas a jugarte la final de Copa al Metropolitano, tres días después recibes al segundo equipo más en forma de la liga y ya mañana el Borussia Dortmund en Champions. Por suerte Flick los tiene a casi todos enchufados y sanos, salvo a Olmo que vuelve pronto y Casadó, pero hay ocho futbolistas que superan los 3.000 minutos. Aquí va el ranking:

Kounde 3901, Pedri 3627, Raphinha 3564, Yamal 3448, Lewandowski 3359, Cubarsí 3352, Balde 3160, Iñigo 3159

El equipo estuvo bien contra el Betis, por ocasiones mereció ganar. A pesar del pinchazo aumentó un punto su ventaja en la liga respecto al Real Madrid, algo que todo el mundo hubiera firmado el viernes. Pero el asunto es que arrancan los cuartos de final de la Champions, ya en liga cada punto es oro y está la final de Copa a la vuelta de la esquina. El Barça está perfectamente posicionado para atacar todos los títulos pero para levantar uno, dos o tres deberá mantener el nivel que le ha llevado hasta aquí. La apuesta de Flick requiere de dinamismo con balón, intensidad en la presión y frescura para la definición. Hemos destacado durante la temporada lo divertido que es ver jugar a este Barça. El espectador lo pasa bien y los futbolistas parecen divertirse jugando. Pero ahora toca ponerse serio.