Los juzgados de Lleida han acogido este miércoles el juicio a una vecina de Lleida de 52 años, en situación de vulnerabilidad reconocida, a quien la compañía Endesa reclama el pago de una deuda de 5.832 euros que acumula desde el año 2015. Esta vecina, Dolors Ortiz, no ha podido hacer frente a las facturas de la luz durante este período de tiempo. Ortiz ha explicado que sufre varios problemas de salud y que vive en un alquiler social. Está divorciada y hace años que no encuentra trabajo. Sufre artrosis degenerativa y ansiedad, que atribuye sobretodo a los nervios de la situación que está viviendo. Reside en un piso del barrio de la Bordeta de Lleida con su hija de 22 años que sufre transtornos alimentarios y de personalidad. Actualmente percibe una ayuda social de 430,26 euros mensuales. El banco se quedó con su piso después de una execución hipotecaria pero se pudo quedar después de acordar un alquiler social. Es consciente de que se enfrenta a una gran compañía y asume que la embargarán. Se considera una cabeza de turco pero asegura que hay muchas más personas en su misma situación. "Sé que soy la primera pero voy a luchar por todos los que vendrán después".

La Alianza por la Pobreza Energètica (APE) considera que la demanda de Endesa es un chantaje en plena negociación del convenio entre Endesa y el Govern "que resolvería la cuestión de las deudas de familias vulnerables". La APE recuerda que un 10% de la población de Cataluña se encuentra en una situación de pobreza energética y reclama a la compañía frenar todos los procedimientos judiciales iniciados, y la condonación de la deuda acumulada por parte de estas familias. A las puertas de los juzgados de Lleida ha tenido lugar una concentración de apoyo a la vecina Dolors Ortiz.