Los hospitales de Cataluña registran las peores cifras en ingresos desde el mes de febrero. La situación es tensa y actualnente se hallan 140 nuevos pacientes en planta y las UCI acumulan un total de 307 enfermos en estado crítico. No obstante, no todo son malas noticias, el índice de rebrote ha bajado a 1231 puntos y la velocidad de transmissión desciende hasta 1,04.

La quinta ola hace mella y tanto la Generalitat como el Gobierno aprueban nuevas medidas para hacer frente a la situación. Por un lado, el Consejo de Ministros ha dado el visto bueno a que las farmacias puedan vender test de antígenos sin receta. Por otro lado el Govern de la Generalitat ha aprovado nuevas medidas que restringen la entrada de los familiares a las residencias de gente mayor. A partir de ahora se exigirà un TAR negativo a todos los visitantes, aunque estos dispongan de la pauta de vacunación completa. Además, se reduce el número de personas habilitadas para visitar a cada paciente, antes podían acceder dos familiares y ahora tan solo pueden hacerlo dos.

Asimismo, la aprobació de estas medidas ha levantado críticas entre familiares y residencias. En primer lugar ha molestado la indecisión del Govern que en primera instància iba a obligar a los visitantes a asumir de su bolsillo el coste de los test, ahora, ha rectificado y ha informado que será el Departament de Salut quien facilitarà las pruebas.

Maria José Carcelén, presidenta de la coordinadora de residencias 5+1, ha denunciado en el programa Herrera Catalunya y Andorra la situació, cree que la reducción de visitas es una medida ilegal que afecta los derechos fundamentales de los residentes. Además, Carcelén ha insistido en que estas medidas tienen un gran impacto psicológico y emocional para los residentes. "Es evidente que una persona mayor no puede entenderlo porque esta viendo la televisión dónde hay gente sentada en bares, haciendo vida normal, el sentimiento de abandono es bestial", asegura.