El fuego arrasa Zamora y deja tras de sí rabia y desamparo entre los vecinos: "Te hacen pensar que quieren que se queme el monte"

Mientras las llamas consumen miles de hectáreas, los habitantes de la zona denuncian que no se les permitió colaborar en la extinción, a pesar de conocer mejor que nadie su territorio

Ángel García Pérez

Zamora - Publicado el

2 min lectura

El incendio forestal iniciado en Puercas de Aliste, Zamora, ha sido uno de los más devastadores del verano. Con más de 4.000 hectáreas calcinadas en el entorno de la Sierra de la Culebra y pueblos enteros desalojados, la emergencia ha dejado no solo un paisaje arrasado, sino también un profundo sentimiento de indignación y frustración entre los vecinos.

Desde el primer momento, muchas personas de la zona trataron de participar activamente en las labores de extinción, improvisando cortafuegos o intentando contener el avance del fuego con cubos de agua o herramientas propias. Sin embargo, varios residentes aseguran que se les impidió ayudar de forma organizada, pese a su experiencia directa con el terreno y la urgencia del momento.

“Lo teníamos controlado y nos echaron de allí”, lamenta Ismael, un vecino de una de las localidades afectadas. “Sabemos cómo defender nuestros pueblos pero no quieren contar con nadie pese a la falta de medios por los famosos protocolos”, añade, visiblemente afectado.

A lo largo de las jornadas, la queja más repetida ha sido la falta de medios adecuados en los primeros momentos del incendio. Aunque los servicios de emergencia trabajaron intensamente, muchos testimonios coinciden en que los primeros refuerzos llegaron tarde, y en algunos casos, los recursos como maquinaria pesada no estuvieron disponibles hasta horas después del inicio del fuego.

La sensación de abandono no es nueva en estas zonas rurales, que acumulan años de recortes, falta de mantenimiento forestal y despoblación. “Te hacen pensar que quieren que se queme el monte 

A esta situación se suma la tragedia humana: dos personas han perdido la vida en el incendio de Molezuelas y varias más permanecen hospitalizadas en estado grave, lo que aumenta la tensión y el dolor entre las familias afectadas.

Ahora que los vecinos de Puercas y localidades cercanas han podido volver a sus hogares, lo hacen entre cenizas, con la preocupación de que vuelva a repetirse una tragedia que, para muchos, podría haberse evitado si hubieran tenido voz y participación.

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