VACUNAS
La vacuna que llegará a 50.000 mayores en residencias de Castilla y León y frenará la mortalidad de la infección respiratoria más grave
La efectividad puede alcanzar el 90% en los casos más graves
El virólogo Raúl Ortiz de Lejarazu explica en COPE la efectividad de la vacuna contra el Virus Respiratorio Sincitial que se comenzará a administrar en Castilla y León en las residencias
Valladolid - Publicado el - Actualizado
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El Virus Respiratorio Sincitial (VRS), está detrás del mayor número de ingresos por bronquiolitis o neumonía en niños. Este segmento poblacional es además el principal transmisor. En la actualidad, la inmunización frente a este virus está recomendada por el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud a los menores de seis meses, pero hay comunidades autónomas que han decidido dar el salto y vacunar también al segundo segmento de población más vulnerable tras los niños, los mayores en residencias así como los pacientes inmunodeprimidos, trasplantados y pacientes oncológicos. Si hablamos de mayores en residencias, estamos hablando de 50.000 mayores que recibirán el suero ya el próximo mes de septiembre.
“Hasta la tercera temporada hay por lo menos un 50%”
Experto en virus
Los expertos en microbiología, como el Doctor Raúl Ortiz de Lejarazu, aplauden la medida porque la efectividad de la vacuna está probada. “Al 87% para enfermedad grave y para muerte hasta el 90%”, ha señalado. Comparte los datos publicados hasta el momento sobre la efectividad respecto a la primera vacuna aprobada y demuestra que “hasta la tercera temporada hay por lo menos un 50%”. Esto quiere decir que no hará falta una vacuna anual, como es el caso de la gripe.
El impacto del VRS
El VRS amenaza especialmente a las personas mayores, por encima de 75 - 80 años que son las que tienen más fragilidad añadida, puede provocar un infarto miocardio, se multiplica por tres, incluso de tener un ictus. “Es una infección típica de la vejez que ahora se empieza a conocer mejor”, señala.
“Es un virus que es mortal, la mayoría de las veces porque produce un cuadro más grave que el virus de la gripe y, a diferencia de la gripe, no hay ningún tratamiento antiviral”, apunta el Doctor Lejarazu.
Pero hay consecuencias a medio y largo plazo. Superar la infección puede conllevar lo que se denomina una discapacidad catastrófica, como califica el Doctor Lejarazu. “Entra un anciano que es dependiente, que se lava, lee, se comunica y viste, a uno que no puede hacer alguna de estas cosas y que, a lo mejor, tiene que ir a luna residencia o al cuidado de otras personas”.