El impacto de las pantallas dispara las alarmas: crece la atención a jóvenes por su 'uso problemático'

El programa Gaming de Fundación Aldaba en Valladolid atiende a un número creciente de jóvenes con dificultades para gestionar su relación con los dispositivos electrónicos

Laura RíosRamón Morales

Valladolid - Publicado el

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El tiempo que pasamos delante de una pantalla es cada vez mayor. Una media de cinco horas entre los menores de 8 a 12 años. Ordenadores, tablets, consolas y otros dispositivos electrónicos contribuyen a este uso desproporcionado. Para combatir este uso problemático, el área de prevención de Fundación Aldaba Proyecto Hombre Valladolid trabaja con el programa Gaming de la mano de menores y jóvenes con edades comprendidas entre los 12 y 18 años que estén teniendo problemas con el tiempo dedicado a las tecnologías y que este uso esté afectando significativamente a otras áreas de su vida. En 2024 han atendido a 39 jóvenes y sus familias y en 2025 ya son 43 los usuarios de este programa.

Siete años de ayuda especializada

El programa nació en 2018 'ante lo que estábamos observando en esta sociedad y en el incremento del uso de las pantallas en chicos y chicas', explica Eva Camarero Casado, coordinadora del área de prevención. La fundación detectó que los jóvenes comenzaban a tener 'dificultades de uso con las pantallas', y las familias no sabían 'cómo regular esto con ellos'. De ahí surgió la idea de especializarse y analizar los factores de riesgo que llevan a un uso problemático.

Aunque el programa ha experimentado un aumento de casos, en el último trienio se ha estabilizado en torno a unos 40 casos anuales. Desde la fundación explican que el abordaje varía según la edad: "intentamos que a partir de los 16 años tender hacia la autorregulación, y quizá por debajo de los 16 años intentamos que sean las familias las que regulen el el uso de los dispositivos'" detalla Camarero.

"Las pantallas nos dan acceso a un mundo paralelo en el que el control y el acceso a la información es enorme"

Eva Camarero Casado

Coordinadora del área de prevención de Fundación Aldaba

Regular, no prohibir

Ante el creciente uso de dispositivos en las aulas, Camarero aclara que desde la fundación no apuestan por una "restricción absoluta'". "Es verdad y es innegable que las pantallas han llegado aquí para quedarse", afirma. Consideran que prohibir su uso puede ser contraproducente e incluso "un refuerzo positivo para coger las pantallas con más ganas". La clave, insisten, es regular y acompañar a los adolescentes en su uso.

Chicos en videojuegos, chicas en redes

El trabajo del programa Gaming se realiza siempre de la mano de las familias, con reuniones cada quince días. "Vamos abordando con estos jóvenes, y con estas familias, cuáles son las dificultades subyacentes del uso problemático de las pantallas", explica la coordinadora. En ocasiones la dificultad está en el manejo de los tiempos por parte de las familias, mientras que en otros perfiles el uso ya ha afectado a áreas significativas de la vida de los jóvenes, por lo que se aborda a través de la psicoeducación y la terapia.

La fundación ha identificado diferencias de género en el uso problemático de la tecnología. "Las chicas tienden más a desarrollar dificultades con las redes sociales", señala Camarero. Por otro lado, "los videojuegos atraen mayoritariamente al público masculino", ya que, según la experta, los paquetes de pago que ofrecen "activan el sistema de recompensa, lo que genera mayor capacidad de adicción.

"Regular y acompañar a los adolescentes"

Eva Camarero Casado

Coordinadora del área de prevención de Fundación Aldaba

Desde la fundación alertan de que el uso problemático de pantallas puede ser "una tapadera" de otros problemas subyacentes. "Las pantallas nos dan acceso a un mundo paralelo en el que el control y el acceso a la información es enorme", y para los jóvenes "esto es difícil de gestionar" Eva Camarero concluye que esta tecnología representa "una ventana a un mundo que si tú en tu día a día te sientes incómodo o no estás a gusto, pues es una salida muy fácil. Este es el problema, en realidad".

Aunque el cerebro lo procesa como una adicción, los expertos prefieren ser cautos. "Hay bastante controversia con el tema de la adicción y la dependencia'" admite Camarero. Por ello, desde la fundación prefieren hablar de "uso problemático de las pantallas", ya que, si bien actúa en la misma zona de recompensa del cerebro, todavía hace falta más evidencia científica para poder hablar con rotundidad.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.