Para dar una solución temporal a los inmigrantes, sin papeles y sin posibilidad de encontrar un trabajo, Cáritas Diocesana de León ha inaugurado en junio un segundo piso de acogida con cinco plazas, de las que ya están ocupadas tres por inmigrantes de 51, 38 y 23 años procedentes de distintos países africanos que consiguieron llegar a las costas españolas en pateras. La casa, que es una herencia que ha dejado una mujer de León a Cáritas, proporciona estabilidad y apoyo, con la participación de un grupo de voluntarios. El objetivo de este recurso es que las personas acogidas puedan iniciar un proceso de inserción a medio y largo plazo.

Respecto a la casa de acogida de mujeres está dirigida a aquellas que se encuentran en situación grave de desprotección y abandono, debido a circunstancias sociales, familiares, económicas, con problemas de muy diferente índole, solas o acompañadas de sus hijos.

Se trata de proporcionarles un hogar desde el que puedan salir de su situación de vulneravilidad, a través del apoyo personal, cursos de formación, ayuda en búsqueda de empleo, etc…

En la actualidad está ocupada por 4 mujeres y 6 niños. Las 8 voluntarias que participan en este proyecto con su cercanía son parte fundamental de ese proceso de integración.