La derrota del Burgos CF ante el Eibar supone un paso atrás de cara a las aspiraciones de llegar cuanto antes a los 50 puntos que den la tranquilidad de salvar la categoría y poder empezar a soñar con cotas mayores. Analizamos los fallos del planteamiento de Julián Calero y miramos al próximo rival, un Fuenlabrada que se juega sus últimas opciones de salvación.