Finalizan las excavaciones en el Solar del Cid sin saber si fue la vivienda de Rodrigo Díaz de Vivar
Una de las primeras conchas del Camino de Santiago ha sido el gran descubrimiento de esta última campaña
Esta concha de peregrino sería de las primeras utilizadas en el Camino de Santiago.
Madrid - Publicado el - Actualizado
4 min lectura
Dan por concluidas las excavaciones en el Solar del Cid. Esta tercera campaña será, por el momento, la última, según ha apuntado el concejal de Turismo, Leví Moreno. En la misma, se han retirado los muros divisorios dejando ver la división original de los espacios y la conexión entre ellos. También se ha documentado un área de unos 55,00 m2 posicionada al este del solar fuera de los límites preestablecidos para el mismo. Ello ha permitido identificar la fachada oriental de la vivienda y documentar nuevas características de su arquitectura, además de constatar algunos restos de pintura mural. Fuera del límite de la vivienda se ha localizado un relleno de tierra integrado por un conjunto de materiales de gran calidad y factura que puede encuadrarse en la Alta Edad Media.
Eso sí, el saber si fue o no la vivienda del Cid Campeador, según el concejal de Turismo, Levi Moreno, todavía será una incógnita por todas las construcciones que hubo después, pero se queda "un buen sabor de boca" por los descubrimientos realizados.
Entre los grandes hallazgos de esta campaña, se ha recuperado un nutrido conjunto cerámico que nos habla de una ocupación anterior que se podría situar entre los siglos 10 y 11. "Hemos descubierto un hoyo repleto de un nutrido material alto altomedieval de cerámicas pintadas, incluso algunas árabes que nos parece un conjunto muy interesante y de calidad", detalla Fabiola Monzón, directora de las excavaciones, quien destaca "una pieza muy curiosa como una concha de Santiago. Estaríamos hablando de una de esas primeras conchas de peregrinos que pasaron por este lugar", situado junto al Camino de Santiago.
Concluidos los trabajos de campo, ya que aún queda por delante continuar con la investigación de todos los vestigios exhumados y los materiales rescatados.
En este sentido, queda pendiente evaluar la posibilidad de su puesta en valor, a la espera de sopesar diferentes propuestas que, en cualquier caso, mantengan viva la historia de la ciudad.
Ahora comenzarán unas nuevas excavaciones en San Román para conocer más sobre la iglesia alto medieval que allí se enconde.
ANTECEDENTES
En 2016 la Asociación burgalesa Ego Ruderico presentó al Ayuntamiento de Burgos la iniciativa de intervenir en el Solar del Cid con el fin de investigar arqueológicamente dicho espacio, ante la posibilidad de generar un proyecto de divulgación como nuevo atractivo de la ciudad, integrante en la Ruta Cidiana que actualmente se desarrolla en la misma. El Ayuntamiento de Burgos, siendo consciente del atractivo histórico y turístico que envuelve a la figura del Cid, un personaje burgalés del siglo XI de fama internacional en el que se mezcla la realidad con la leyenda, decidió apoyar la iniciativa y promover una investigación arqueológica bajo la dirección de Fabiola Monzón Moya, aprovechando también el convenio establecido con la Junta de Castilla y León para el desarrollo de Planes de Empleo. En 2017 se inició la primera campaña de excavación poniendo de manifiesto el potencial arqueológico de este espacio, lo que ha motivado dos nuevas campañas en los años siguientes.
Tradicionalmente, Rodrigo se vincula con la iglesia y barrio de San Martín, aunque no es hasta 1420 cuando se señala que el Monasterio de San Pedro de Cardeña era propietario de unas casas que fueron del Cid. Como tal fueron adquiridas por el Regimiento de Burgos en 1593, con la condición de levantar un monumento al personaje. No obstante habrá que esperar hasta 1784 para que se encargue el hito conmemorativo que actualmente se alza en la parcela.
Las intervenciones han demostrado que el lugar conserva una amplia estratigrafía formada por varias fases de ocupación asociadas con actividades y cronologías diferenciadas, hecho que suscita un gran interés desde el punto de vista arqueo-histórico, ya que la evolución urbana de este ámbito queda ligada al progreso y desarrollo de la ciudad. Hay que tener en cuenta que la rasante del solar del Cid ha conservado una cota prácticamente inalterada desde finales del siglo XVIII.
Por un lado se han documentado estructuras excavadas en la roca, comúnmente denominadas silos/basureros encuadrados en la Alta y Plena Edad Media. Por otro, se ha constatado una vivienda también excavada en el suelo geológico integrada por un patio y varias habitaciones. Esta fase constructiva relacionada con la presencia de pavimentos de canto de río queda enmarcada a partir de finales del siglo XII o siglo XIII. Hacia finales del siglo XV o en el siglo XVI este espacio es convertido en un centro artesanal, habiéndose preservado un horno de mampuesto y arcilla, posiblemente de carácter metalúrgico asociado con la gran cantidad de escoria recuperada y de acuerdo con los gremios que ocupaban el lugar. Las salas de la casa fueron transformadas para adecuarse a la nueva actividad. Todas las construcciones fueron soterradas a finales del siglo XVI o principios del siglo XVII, con un grueso paquete de escombro. Tras la segregación parcelaria identificada por medio de un muro, los dos ámbitos se fueron colmatando hasta alcanzar la cota actual.