ENTREVISTA
Afávila pide más dinero para investigación en el Día Mundial del Alzheimer
La Asociación va "remontando" después de años complicados por la pandemia en la que se habló incluso de cerrar las puertas.

Entrevista presidenta Afávila, Montserrat Cortés Pinilla en COPE ÁVILA
Madrid - Publicado el - Actualizado
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Este miércoles, 21 de septiembre, se celebra el Día Mundial del Azheimer. Hace un año por esta fechas, Afávila, la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Ávila, advertía incluso de la posibilidad de cerrar sus puertas como consecuencia de la pandemia. Doce meses después, cuenta a Cope su presidenta, Monserrat Cortés Pinilla, están “remontando”. Y es que aunque no han llegado a niveles prepandemia, cuando Afávila daba servicio a más de 80 usuarios, sí ayudan a 50 personas de la provincia con el objetivo de alcanzar en 2023 un mayor porcentaje.
En el día mundial de esta enfermedad y bajo el lema “InvestigAcción en el itinerario de la demencia”, Afávila pide que se presupueste el ya aprobado Plan Nacional de Alzheimer y que se invierta más en investigación. Dice Cortés Pinilla que existen estudios “esperanzadores” pero se necesita más dinero.
Otro problema al que se enfrentan las asociaciones de Alzheimer, es que no existe un censo de personas que padecen la enfermedad. Por ejemplo en la provincia de Ávila no hay siquiera una cifra aproximada. Los datos nacionales hablar de 1,2 millones de personas diagnosticadas, pero subraya la presidenta de Afávila que sin censo se trata sólo “del pico que se ve”. Se trata además de una enfermedad que cada vez aparece en franjas de edad más tempranas, incluso a partir de los 40 años.
Los síntomas que nos pueden poner en alerta no son sólo la perdida de memoria, hay otros que tenemos que tener en cuenta, "como la falta de orientación o la lentitud a la hora de organizar el día a día".
Cortés Pinilla ha insistido en la necesidad de diagnosticar el Alzehimer en sus inicios. Aquí, explica, es cuando se pueden poner en marcha una serie de terapias no farmacológicas que pueden ayudar mucho a “aumentar la calidad de vida de las personas y a que la enfermedad nos atrape más tarde”.
Una dura enfermedad la del Alzehimer no sólo para la persona que la padece, sino también para su entorno más cercano. A sus familiares les aconseja la presidenta de Afávila “que compartan y que pidan ayuda”. No existen recetas mágicas, pero siempre se pueden buscar “soluciones conjuntas” y eso ayuda.
También es fundamental, dice Cortés, que se facilite a la persona afectada “el poder acudir a terapias”, porque eso “ayuda a desaparecer el estrés de la persona que lo padece y del familiar que lo acompaña”.