Tras más de 77 años cierra Almacenes León en Toledo: "Mi padre siempre fue un hombre luchador, con un corazón enorme"

Ganó su primer "jornal" con solo 7 años en plena posguerra

Blanca Bermejo

Toledo - Publicado el

4 min lectura

 Después de más de siete décadas marcando la historia del comercio local, Almacenes León, un referente en Toledo y la comarca, se prepara para cerrar definitivamente sus puertas. Fundado en 1948 por León Gómez Alonso, el negocio familiar se despide no solo de sus clientes, sino de toda una forma de entender el comercio de proximidad.  

 Una historia que comenzó con un jornal a los siete años  

León Gómez Alonso tuvo un comienzo de vida marcado por la austeridad y la lucha. Con tan solo siete años, se ganó su primer jornal, y las dificultades de la guerra civil y la posguerra forjaron en él un carácter generoso y decidido. 

“Mi padre siempre fue un hombre luchador, con un corazón enorme. Todo lo que logramos en Almacenes León es fruto de su esfuerzo y dedicación”, recuerda su hija, Ascensión Gómez, quien actualmente dirige el negocio.

En 1948, León Gómez comenzó su andadura comercial vendiendo tejidos de manera ambulante. Cinco años después, en 1953, abrió su primera tienda en Cuerva, dando inicio a un proyecto que se expandiría por toda la comarca y Madrid. La tienda de Toledo abrió sus puertas en 1972, seguida por sucursales en Talavera de la Reina y otros municipios, llegando a contar con más de 50 trabajadores en sus mejores años.

Trabajadores de los Almacenes León junto a León Gómez y familia

 La segunda generación al mando  

Actualmente, Ascensión Gómez, conocida familiarmente como Choni, dirige Almacenes León, continuando la experiencia y legado de su padre. Sin embargo, la falta de relevo generacional ha sido un factor determinante en la decisión de cerrar. 

Mis hijos se dedican a otros ámbitos. Ellos también son empresarios y llevan los genes de sus abuelos y de mi padre, pero no seguirán con la tienda. Por eso, y por la situación económica actual, hemos decidido que es el momento de cerrar”, explica Choni.

El cierre no se debe únicamente a cuestiones familiares. La rentabilidad del pequeño y mediano comercio ha cambiado drásticamente en los últimos años, y mantener la tienda abierta se había convertido en un esfuerzo más emocional que económico. “He mantenido Almacenes León durante algunos años por lo que significaba para mí y para la familia, pero ya no es rentable. Es un momento muy duro”, añade.

 Un cierre cargado de emociones  

Para Choni, el fin de Almacenes León no solo implica despedirse de un negocio, sino también de una parte fundamental de su vida y de la de sus trabajadores, muchos de los cuales han dedicado décadas a la tienda. “Hay gente que solo ha trabajado aquí. Para ellos tampoco será fácil”, comenta con emoción. 

El cierre, previsto para diciembre, incluye la liquidación de un almacén de 700 metros cuadrados que contenía ropa de caballero y parcas de señora. A pesar de la tristeza, Ascensión encuentra consuelo en el cariño de los clientes y la comunidad. “Es un momento difícil, pero también emocionante. Hay montones de personas que vienen a mostrarnos su afecto. Nos recuerdan que han venido con sus abuelos, con sus padres, a comprarse el vestido de comunión o las cortinas. Eso es muy gratificante”, relata.

Cartel en el escaparate que anuncia la liquidación

 La esencia del comercio de proximidad  

Lo que se pierde con el cierre de Almacenes León va más allá de un negocio, dice Choni. Se trata de una forma de hacer comercio basada en el trato humano y cercano. “Cuando entras a la tienda, conoces a la persona que te va a atender. Sabe tus gustos, tu historia… incluso tus problemas. Es algo que se está perdiendo en el comercio moderno, arrastrado por la sociedad actual”, comenta. 

Por ello, hace un llamamiento a valorar el comercio de proximidad, recordando la importancia de apoyar a los negocios locales mientras aún existen. “El pequeño y mediano comercio tiene un valor que a veces solo se aprecia cuando se pierde. Por eso doy las gracias a todos nuestros clientes y amigos por tantos años de fidelidad y cariño”, concluye Choni.

 Un legado compartido  

El cierre de Almacenes León también es un homenaje al esfuerzo de toda una familia. La madre de Choni, también llamada Ascensión, estuvo siempre al lado de León Gómez, cuidando de su familia y apoyando la expansión del negocio. “Mi padre no hubiese llegado donde llegó sin el apoyo de mi madre. Ha sido una mujer muy inteligente y trabajadora”, destaca Choni. 

Más allá de la venta de productos, Almacenes León deja un legado humano: la conexión con los clientes, la cercanía con los trabajadores y el compromiso con la comunidad. Un negocio que, a lo largo de más de siete décadas, logró convertirse en mucho más que una tienda: en un punto de encuentro familiar y un referente en Toledo.

 Despedida y gratitud  

A medida que diciembre se acerca, el equipo de Almacenes León se prepara para cerrar una etapa llena de recuerdos, aprendizajes y afecto. “Solo me sale la palabra gracias. Gracias a los clientes, a los trabajadores, a mi familia… por todo lo que hemos vivido juntos”, dice Choni, visiblemente emocionada. 

Con el cierre de Almacenes León, Toledo despide una parte de su historia comercial, pero queda la memoria de un legado construido con esfuerzo, honestidad y humanidad. Una tienda que enseñó que el comercio no es solo transacciones, sino relaciones, historias compartidas y una comunidad unida.