La aventura de Javier y su hijo de Fuensalida para llevar ayuda a Ucrania y traerse refugiados
"Mañana llegamos a Cracovia, dejamos la ayuda y nos vamos a la frontera para traernos a casa a una familia ucraniana"
Javier Sánchez, padre e hijo desde Fuensalida
Toledo - Publicado el - Actualizado
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La familia de Javier Sánchez es una familia que como cualquier otra, reunidos ante las desoladoras imágenes que nos llegan de Ucrania, se plantearon cómo ayudarles. Y no se lo pensaron mucho, decidieron coger su pequeña furgoneta, llenarla de ayuda humanitaria, gracias a vecinos y amigos y marcharse a Polonia, para dejar en persona la ayuda recogida y de vuelta traerse a una familia de refugiados.
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Desde "Herrera en COPE Toledo" hemos acompañado a Javier padre y Javier hijo durante unos kilómetros, justo cuando paraban a echar gasolina ya en Alemania y con 1.900 kilómetros recorridos, desde que salieran ayer desde Fuensalida "Hemos parado sólo dos horas para despejarnos un poco, estamos en Alemania y ya llevamos casi 1.900 kilómetros".
La aventura surgió de repente "fue todo un poco a lo loco, mis padres querían ayudar y acoger a una familia y la mejor manera era subirnos a por ellos y que se queden el tiempo que haga falta en casa".
Y aprovechando que iban a recorrer 3.000 kilómetros llenaron su furgoneta de ayuda humanitaria "grabamos un vídeo e hicimos una colecta de todo tipo de productos, llevamos la furgoneta hasta arriba de medicamentos, material sanitario, alimentos para los pequeños, mantas, biberones, cubertería".
En su ruta tienen fijadas dos paradas "mañana llegaremos a Cracovia donde descargaremos toda la ayuda que llevamos en un polideportivo donde están acogidos muchos refugiados y al día siguiente seguiremos hasta la frontera para acoger a una familia y traérnosla a casa".
No van con ningún contacto previo, pero no es problema, son miles las personas que buscan cómo huir de la guerra y encontrar un sitio seguro donde vivir "Somos tres hermanos y mis padres, pero yo ya no vivo con ellos, así que mi habitación será para una mamá ucraniana y su hijo".
Todavía les quedan muchos kilómetros por delante que hacen con mucha ilusión y aunque supone un gran esfuerzo físico, aseguran que merece la pena.