Proliferan pisos dedicados a la prostitución en Guadalajara: "Te da miedo abrir la puerta de tu casa"
Varias comunidades de vecinos denuncian que en pisos alquilados de sus bloques de viviendas se ejerce la prostitución, generándoles "miedo", "inseguridad" y cuantiosos daños económicos
Guadalajara - Publicado el
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En Guadalajara capital, vecinos de diferentes barrios han denunciado casos de prostitución, que se ejerce sin cortapisas y a cualquier hora del día o de la noche en alguna de las viviendas alquiladas de sus bloques y se publicita con llamativos anuncios en diferentes páginas de internet.
Es el caso de la pequeña comunidad de La Carrera, nº 67. Desde que hace dos años uno de sus cuatro pisos fue puesto en alquiler y se convirtió en un activo negocio de prostitución, viven un auténtico infierno; viven sumidos en el miedo y en la inseguridad.
En Mediodía COPE en Guadalajara, hemos hablado con una de las personas afectadas por la situación, Ascensión Ruiz, de 60 años de edad. Para ella, así como para sus convecinos, que lo son desde hace ya más de 30 años, los indicios de esta actividad fueron claros desde el principio.
Los desperfectos ocasionados por clientes son frecuentes
“Al ser una comunidad tan pequeña, de cuatro vecinos, y súper tranquila, enseguida lo detectamos por toda la cantidad de gente que entraba en el bloque” -ha señalado, refiriéndose a las numerosas “chicas muy jóvenes” que se encontraban “por la escalera” y de “hombres, también jóvenes”.
Y es que, mientras que las 'trabajadoras' tienen un perfil variable, pudiendo ser tanto "niñas muy jóvenes" como "más mayores", incluso "trans", pero siempre "sudamericanas", los clientes son, en su mayoría, "chicos jóvenes, bien vestidos, arreglados, a los que abren con el móvil".
Con una intensidad de negocio, en el que se han llegado a contabilizar "hasta 40 personas en un día", las molestias generadas hacen imposible el descanso de los vecinos, especialmente "de los del piso de la buhardilla, que tienen la máquina del ascensor al lado. La chica se levanta a las cinco de la mañana y dice que hay días que va a trabajar sin dormir" -ha destacado Ascensión, sabiendo que, en cualquier caso, el ruido ocasionado por el "trasiego" permanente es el menor de los problemas a los que su comunidad se enfrenta diariamente desde hace dos años.
"En el tercero, vive una familia con dos menores y, una mañana, cuando van al ascensor, se encuentran un señor allí borracho durmiendo; otro día, una botella de alcohol rota y, con todos los cristales, no podían pasar con el carrito. Tuvo que limpiarlo ella" -ha lamentado, sin olvidar "el olor a porro que hay siempre en el ascensor o las papelinas de cocaína".
Pero, además, los destrozos de elementos comunes son frecuentes. Un día, "entró un cliente al que no debieron de atender o no tenía cita y se enfadó. Empezó a dar voces, cortó el agua de las casas, rompió la caja de la luz" y, en otra ocasión, "aparecieron pintadas en el portal, con la palabra 'putas' por todos los sitios" -ha recordado Ruiz, advirtiendo también de que "todo ha ido desapareciendo poco a poco: un día se llevan una maceta, otro día, otra; el felpudo", obligando a los escasos cuatro vecinos a realizar constantes desembolsos para hacer frente a los desperfectos o a los hurtos.
Aun con todo, más allá de la "cuantía económica que esto supone", lo que verdaderamente preocupa a este vecindario de la capital afectado por la prostitución "es la inseguridad que sientes en tu propia casa, que te da miedo hasta abrir la puerta. Yo abro la puerta primero y miro por una rendijilla para ver si puedo salir del portal de mi casa".
Los vecinos también denuncian que los carteles contra la trata facilitados por la Policía Nacional son arrancados
Por todo ello, con el objetivo de poner solución a esta situación desesperada, los vecinos del nº 67 de La Carrera no han dudado en denunciar los hechos ante la Policía Nacional y en ponerlos en conocimiento del Ayuntamiento de Guadalajara, aunque sin demasiado éxito, al menos por el momento. "Nosotros vamos a Policía Nacional y denunciamos, pero como no se puede denunciar el ejercicio de la prostitución, lo que hacemos es denunciar todo lo que nos está causando, y ahí quedan las denuncias" - ha criticado Ascensión Ruiz, añadiendo que, por parte del concejal de Seguridad, han obtenido el compromiso de que "incrementará la vigilancia", pero confiesan sentirse "un poco abandonados legalmente".
Para estos afectados, resulta, además, incomprensible saber que "están realizando una actividad comercial y todo es dinero en B y no pasa nada", con la duda de "si estas prostitutas están aquí legalmente o no, sin cotizar, sin tributar y sin nada".