Crean casas urbanas con madera y lana de oveja merina de Cuenca: una alternativa sostenible y más rápida

Un proyecto familiar premiado utiliza la lana de la Serranía como aislante para crear viviendas más eficientes y sin apenas generar escombros

Noelia Barroso

Cuenca - Publicado el

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Un innovador proyecto de Cuenca ha unido sostenibilidad, innovación y raíces locales para revolucionar el sector de la construcción. Se trata de un modelo de casas híbridas que emplea lana de oveja merina de la Serranía como aislante natural, una iniciativa que ha sido premiada en el concurso Integra 4.0 de la Diputación. Sus creadores, los conquenses Marcos y Noelia Segura, padre e hija, han desarrollado un sistema para construir viviendas más sostenibles y eficientes.

Un corazón de madera y lana

El origen de la idea, explica Marcos Segura, se remonta a su experiencia de más de 15 años construyendo cabañas en los árboles. El sistema ha evolucionado desde una estructura de cubos hasta un entramado de vigas laminadas que aporta mayor robustez, permitiendo levantar hasta dos plantas. "El método es muy similar a la construcción tradicional, pero somos bastante más rápidos y más limpios", aclara Segura, ya que sustituyen los ladrillos por cajones de contrachapado rellenos con la lana aislante.

La elección de la lana de oveja merina no es casual. Marcos Segura explica que la idea surgió para dar una salida a la lana de los pastores de la sierra, como sus amigos de Tragacete, que ya no obtenían rendimiento de ella. Este material, además de apoyar la economía local, tiene unas propiedades aislantes "muy similares a la lana de roca, nada más que es más natural", afirma. A diferencia de los aislantes industriales, su tratamiento es ecológico y, según Segura, tiene un excelente comportamiento frente al fuego: "La lana no propaga al fuego, es perfecta".

COPE Cuenca

Noelia y Marcos Segura

La lana no propaga al fuego, es perfecta"

Marcos Segura

Ventajas: rapidez, limpieza y eficiencia

Las ventajas de este modelo constructivo son notables. Según Noelia Segura, además de ser "mucho más rápidas de construir", estas viviendas son "más eficientes, más limpias porque no crean escombros y más baratas" que otras casas con un nivel de eficiencia similar.

A este ahorro se suma una ventaja competitiva clave de cara al futuro. Noelia Segura señala que, a partir de 2026, las constructoras "tendrán que encarecer las construcciones porque tienen que compensar el CO2 que emiten". En cambio, su modelo es una solución anticipada: "Una ventaja nuestra es que nosotros no generamos CO2 y nuestras casas son muy eficientes", destaca.

Del plano a la realidad

El proyecto, que nació en el marco de la iniciativa Ufil, comenzó con un objetivo claro. "La idea era que la gente se pudiera construir su propia casa", recuerda Marcos Segura. Aunque el modelo ha evolucionado para poder ser ejecutado por constructoras, la filosofía de simplicidad se mantiene. La empresa planea ofrecer un kit con las piezas y una formación inicial para que cualquier constructora pueda adoptar el sistema, que definen como "muy sencillo".

El sistema es versátil y se adapta a cualquier entorno, ya sea rústico o urbano, y a todo tipo de acabados, desde pintura hasta efecto piedra. El primer ejemplo real ya está en marcha: una vivienda de 140 metros cuadrados y dos plantas en Arcas. "Esta obra de Arcas va a ser la primera, y intentaremos darle visibilidad para que la gente vea las propiedades de estas viviendas", concluye Marcos Segura.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.