El gas silencioso que te mata en casa: la advertencia de los bomberos sobre tu calefacción

El jefe de bomberos de Alcázar de San Juan detalla los errores más comunes con estufas y braseros y las claves para evitar una intoxicación mortal en el hogar

José Manuel F. Almazán

Ciudad Real - Publicado el

2 min lectura

Con la llegada del frío, el uso de estufas, chimeneas y braseros se vuelve habitual en muchos hogares de la provincia de Ciudad Real. Aunque estos sistemas proporcionan confort, suponen un riesgo si no se utilizan adecuadamente. Rafael Fernández del Hierro, jefe del parque de bomberos de Alcázar de San Juan, ha explicado los peligros más frecuentes y cómo prevenirlos.

El peligro invisible: el monóxido de carbono

Uno de los riesgos más importantes es la generación de monóxido de carbono por combustiones incompletas de calderas o estufas. Este gas es extremadamente peligroso. Según Fernández del Hierro, "en concentraciones superiores a 1.200 partes por millón, se considera un peligro inmediato para la vida y la salud”.

En concentraciones superiores a 1.200 partes por millón, se considera un peligro inmediato para la vida y la salud"

Rafael Fernández del Hierro

Jefe del Parque de Bomberos de Alcázar de San Juan

El problema del monóxido, conocido como la "muerte dulce", es que apenas se percibe. Provoca sueño y dolor de cabeza, pero "no nos damos cuenta en muchas ocasiones hasta que es demasiado tarde". Por ello, la prevención es clave: son fundamentales las revisiones anuales de los sistemas de calefacción y asegurar siempre una pequeña ventilación en las estancias para evitar la concentración del gas.

Riesgos de incendio en chimeneas y braseros

En el caso de las chimeneas, es vital limpiar los conductos de humo al inicio de la temporada para evitar que la acumulación de hollín pueda generar un incendio. Además, se desaconseja utilizar acelerantes como "gasolinas, gasoil o alcoholes en grandes cantidades", ya que una deflagración al iniciar el fuego puede causar graves quemaduras.

Respecto a los braseros eléctricos, es crucial desconectarlos cuando no se usan y tener cuidado con las faldas de las mesas camillas o las mascotas. También se advierte sobre el peligro de conectar varios aparatos de gran potencia a una misma regleta, ya que puede sobrecalentarse y ocasionar un incendio. En cuanto a las estufas de gas, las gomas no deben estar caducadas y las canalizaciones, bien ajustadas.

Un caso real y la principal recomendación

La peligrosidad de estos descuidos ha quedado patente hace solo unos días, cuando los bomberos atendieron una "intoxicación por monóxido de dos personas" que tuvieron que ser "trasladadas al hospital" tras ser encontradas "inconscientes" por un problema en una caldera.

Por todo ello, la principal conclusión es no subestimar los riesgos y "preocuparnos de que nuestro sistema de calefacción esté acorde" antes de que lleguen los sustos. Realizar una correcta revisión de todos los elementos es la mejor garantía para un invierno seguro.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.