El empresariado de Ciudad Real clama contra la improvisación con Verifactu y la creciente presión fiscal sobre autónomos y pymes

El tejido empresarial de Ciudad Real afronta un momento decisivo marcado por la incertidumbre y el malestar. El presidente de la federación empresarial, Carlos Marín, ha denunciado la “improvisación” del Gobierno tras el aplazamiento de Verifactu, un sistema de control de facturación. Según Marín, esta medida suponía “un mayor control y una mayor presión”, y su suspensión de última hora es una muestra de una “forma de hacer las cosas sin contar con nosotros”.

Hartazgo entre autónomos y pymes

Marín ha alertado sobre el clima de hartazgo que se extiende entre autónomos y pymes, que ya plantean movilizaciones. “La gente se cansa”, ha afirmado, lamentando que desde el Gobierno se les perciba como “el enemigo a batir” en lugar de cómo los creadores de riqueza. “Los verdaderos puestos de trabajo que crean riqueza son los que creen los empresarios y los autónomos”, ha sentenciado.

El empleo público, ha recordado, “es muy importante, muchísimo, pero sale de los impuestos de trabajadores y empresarios autónomos”.

La viabilidad como “línea roja”

En cuanto a la negociación colectiva con los sindicatos, Marín ha fijado la “línea roja” en la propia viabilidad de las empresas. Ha explicado que no se trata de que los empresarios sean “duros”, sino de pura supervivencia: “No es que seamos duros, es que no queremos desaparecer”. Ha advertido que, cuando un empresario llega a su límite, “lo que hace es cerrar, muchas veces en silencio”.

No es que seamos duros, es que no queremos desaparecer"

Carlos Marín

Presidente de Fecir

Finalmente, Marín ha suscrito las declaraciones de la CEOE en las que se insta al Gobierno a “facilitar que las empresas sean más fuertes”. En lugar de “criticar y atacar”, el Ejecutivo debe “favorecer que los empresarios puedan seguir subsistiendo”, ha concluido.