“Nos dieron la vida y ahora quieren quitárnosla”, madre de un joven con daño cerebral, ante el posible cierre de la vivienda de ADACE en Albacete

Cinco familias, entre ellas la de Simón, temen quedarse sin la vivienda tutelada que durante nueve años ha permitido a jóvenes con daño cerebral vivir con autonomía, dignidad y esperanza.

Alicia Martínez

Albacete - Publicado el

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El daño cerebral no avisa. En cuestión de segundos, una vida puede cambiar para siempre: los recuerdos, los gestos cotidianos, los planes de futuro. Detrás de cada persona afectada hay una familia que aprende a reconstruirse entre el dolor y la esperanza. 

Encarna lo sabe bien. Su hijo Simón sufrió daño cerebral siendo un bebé tras una reacción adversa a una vacuna. Aquello fue el comienzo de una larga lucha contra una hidrocefalia y un tumor medular. “Lo operaron con riesgo de quedarse tetrapléjico, pero logró caminar y hacer una vida normal dentro de sus secuelas”, recuerda su madre.

A los 15 años, una nueva operación por una escoliosis severa marcó otro antes y después. “Cuando salía a observación sufrió una embolia pulmonar y quedó en parada. Las secuelas fueron muy graves, sobre todo a nivel cognitivo. No tiene memoria inmediata y su pensamiento es muy rígido”, explica Encarna. 

 Un recurso que “les devolvió la vida”  

Con 18 años, Simón encontró un nuevo comienzo en la vivienda tutelada de ADACE en Albacete, gestionada por la Asociación de Daño Cerebral Sobrevenido de Castilla-La Mancha. Este centro, único en España por su modelo de atención personalizada, ha sido un refugio y una oportunidad para jóvenes con daño cerebral que buscan vivir con autonomía.

Le ha permitido vivir de forma autónoma, con supervisión, cariño y una atención integral. Para mí, ha sido como una segunda familia”

Encarna

Madre de Simón

En este hogar, Simón ha conseguido realizar tareas domésticas, ir a la compra, cocinar, lavar su ropa, acudir a terapias cognitivas y practicar deporte adaptado. “Gracias a la ayuda de las monitoras, ha logrado tener una vida normalizada. Pero sin este apoyo, eso sería imposible”, lamenta su madre. 

 Un futuro incierto: el centro podría cerrar en diciembre  

La situación ahora es crítica. La falta de financiación amenaza con el cierre de la vivienda tutelada en diciembre, según ha confirmado Encarna. Desde la Consejería de Bienestar Social se plantean alternativas en residencias de Socuéllamos o Albacete, pero las familias aseguran que esos recursos “no trabajan la autonomía ni la integración social de la misma forma”.

Son jóvenes con toda la vida por delante. Necesitan un entorno que fomente su independencia, no un lugar asistencial”

Encarna

Madre de Simón

Actualmente, en la vivienda residen cinco personas con daño cerebral adquirido, todas ellas con historias de superación y familias que confían en un modelo que prioriza la inclusión y la dignidad

Si no se encuentra una solución antes de final de año, el cierre será una realidad

Pido, por favor, a las instituciones de Albacete que salven este servicio pionero, no solo por estas cinco familias, sino por todas las que puedan necesitarlo en el futuro”

Encarna

madre de Simón

El caso de Simón y su madre refleja el impacto invisible del daño cerebral y la importancia de recursos que no solo cuidan, sino que devuelven esperanza y autonomía. Un modelo que ha demostrado su valor durante nueve años y que, hoy, corre el riesgo de desaparecer en silencio.