Bono, el perro que detecta la diabetes 15 minutos antes que los sensores
Este Jack Russell es capaz de oler los cambios de glucemia de su dueña, María José, y avisarla de una crisis antes que cualquier dispositivo tecnológico
Albacete - Publicado el
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Para María José Salmerón, convivir con la diabetes tipo 1 desde hace más de treinta años ha supuesto un control exhaustivo durante las 24 horas del día. Sin embargo, su vida ha cambiado desde la llegada de Bono, un pequeño Jack Russell terrier entrenado como perro de asistencia y alerta médica que es capaz de detectar cualquier descompensación en su glucemia con el olfato, incluso antes que la tecnología más avanzada.
Bono es capaz de anticiparse un cuarto de hora a los sensores tecnológicos y avisar de una hipoglucemia (bajada de azúcar) o una hiperglucemia (subida). Según explica Salmerón, en el caso de las bajadas, el perro "empieza a percibir el olor del sudor, porque la cantidad de isopreno que expulsamos aumenta", mientras que con las subidas lo que nota es "el olor de los cuerpos cetónicos". Para ella, más allá de la compañía, estos animales "son un seguro de vida", como afirma.
Son un seguro de vida"
Un compañero que salva vidas
La fiabilidad de Bono ha sido crucial en momentos críticos. María José recuerda que, a veces, las hipoglucemias provocan desorientación: "Perdemos el norte, no percibes la hipoglucemia y él avisa, pero tú dices: ‘pero si yo estoy bien’". En esos casos, la insistencia del animal es clave, ya que si ella no responde, busca ayuda. "Si no le hago caso, lo que hace es ir a avisar a mi marido, que es con quien convivo, para decirle: ‘oye, que le está pasando algo, ve y dale algo de azúcar’", detalla.
Si no le hago caso, lo que hace es ir a avisar a mi marido"
Un entrenamiento de 6.000 euros no financiado
A diferencia de los sensores o las bombas de insulina, este tipo de perros de asistencia no están financiados por el sistema público. El coste de su entrenamiento es elevado y puede ascender a unos 6.000 euros. María José contactó con la fundación Canary Perros de Alerta, donde se inició un proceso para encontrar el perro que mejor se adaptara a su perfil y necesidades.
La fundación estudia el estilo de vida del futuro dueño para buscar el animal más adecuado. Como explica Salmerón, la pandemia fue el detonante para dar el paso: "Echas de menos el poder salir, el poder pasear. Siempre me han gustado las mascotas y fue ahí cuando mi marido y yo dijimos: ‘vamos a por uno de ellos’".
¿Por qué un Jack Russell?
La elección del Jack Russell no es casual. La fundación prefiere esta raza por sus características: "Es un perro muy duro, es pequeño, no se pone malo prácticamente y también se adecuan a lo que estás haciendo". Salmerón destaca que son perros muy "amoldables a tu vida diaria", capaces de mantenerse tranquilos o de seguir un ritmo activo según la situación.
Desde su llegada, Bono se ha convertido en una sombra para María José, un compañero las 24 horas. La acompaña a todas partes, ya sea al trabajo, a las revisiones médicas en el hospital o a un congreso. Como ella misma concluye, se ha convertido en su inseparable "compañero de vida".
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.