La ciudad manchega comienza a recuperar el pulso, no sólo en el aspecto sanitario, también en el de recobrar la normalidad en el aspecto taurino.

De esta forma, la gala de presentación de los carteles, realizada en el emblemático Teatro Circo, y con un evidente esfuerzo llevado a cabo por la empresa, la UTE Casas y Amador, se tradujo en un vistoso y completo espectáculo, que terminó con la presentación de un ciclo de siete corridas de toros, un festejo de rejones y dos novilladas con picadores.

Están las principales figuras del toreo, se cumple con la cuota de torismo (Samuel Flores con tres astados y Victorino) y hay una nutrida presencia de toreros locales, tal y como exige y premia el pliego a la hora de confeccionar el abono. Salvo la apuesta de Morante al estoquear un hierro distinto como es el de Samuel, el resto de figuras no salen de su zona de confort. Sobre esto, se repite el mano a mano del año anterior y regresa el formato de la corrida de dos artes.

La corrida del día 8, Día de la Patrona, por segundo año consecutivo, no es de lo más rematados del serial, tal y como prometieron Casas y Amador en su oferta de mejora. En el elenco ganadero predomina el encaste Domecq, y se anota la sorpresa de última hora de Juan Pedro Domecq, muy discutible, por no decir innecesaria, su inclusión por momento y resultados anteriores recientes en el albero albacetense. Además, en un festejo con otros tres astados de Victoriano del Río y con la contratación de El Fandi y Cayetano junto a Manzanares en un cartel de claro tinte popular.

Siguiendo con el debe de los carteles, hay un abono dividido en dos partes muy claras y diferenciadas. Del 8 al 12 de septiembre, se encuadran los carteles más modestos y menos llamativos del serial, dejando del 13 al 17 los festejos que suscitan un mayor interés por copar el grueso de las figuras.

La ausencia de toreros como Tomás Rufo, Ginés Marín, Pablo Aguado o Juan Ortega hacen que sus huecos sean copados por otros diestros con menos tirón entre el aficionado, lo que provoca que el serial sea mucho menos rematado y atractivo. En resumen, es un ciclo donde se invita más a la compra de entradas sueltas que a la adquisición del abono al completo. Una buena gala, un abono que no ilusiona.