En un movimiento destinado a corregir una situación que se ha prolongado desde 2010, la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, y los consejeros recibirán un aumento salarial del 6,9% el próximo año. La consejera de Presidencia, Isabel Urrutia, anunció esta medida en una rueda de prensa, explicando que la enmienda al proyecto de Presupuestos Generales de Cantabria será presentada por el Grupo Popular y comunicada a los demás grupos políticos.

Hasta ahora, en Cantabria, la presidenta y los consejeros han percibido salarios inferiores a los de los jefes de gabinete y los directores generales. Este desequilibrio salarial, que se ha mantenido durante más de una década, será abordado mediante un aumento salarial que busca equiparar las retribuciones de los altos cargos del Gobierno regional.

Según Urrutia, esta medida es esencial para corregir un "desequilibrio incomprensible, carente de lógica y único en España". La presidenta, con el incremento salarial, cobrará un euro más que otros altos cargos, mientras que los consejeros continuarán recibiendo salarios inferiores a los directores generales y jefes de gabinete.

El aumento del 6,9% incluye una subida del 2,5% contemplada en 2024 para todos los empleados y cargos públicos de España, además de un 4,4% adicional destinado a corregir la anomalía salarial existente. Este ajuste permitirá que la presidenta de Cantabria alcance un salario anual de 70.083 euros, mientras que los consejeros recibirán 66.983,21 euros, todavía por debajo de otros altos cargos.

La consejera de Presidencia enfatizó que este incremento salarial no tiene una motivación económica, sino que busca abordar una situación de desequilibrio que, según Urrutia, no se da en ninguna otra comunidad autónoma, ayuntamiento o empresa. Señaló que es difícil de entender para los ciudadanos que cargos con menos responsabilidad reciban salarios más elevados que los miembros del Consejo de Gobierno.

Herencia del gobierno de Zapatero

Urrutia también recordó que esta disparidad salarial se originó en 2010, cuando el entonces presidente José Luis Rodríguez Zapatero implementó recortes salariales para los empleados públicos. Desde entonces, los directores generales y jefes de gabinete comenzaron a percibir salarios más altos que los consejeros y el presidente, creando un desequilibrio que persistió durante más de una década.

La consejera argumentó que, aunque la oposición conocía esta situación, utilizaron demagógicamente el aumento salarial durante el debate sobre la aprobación de los presupuestos. En ese momento, la presidenta anunció la renuncia al aumento salarial para no desviar el debate sobre los presupuestos, que se describieron como los más sociales y reales de la historia de Cantabria.

La decisión de aumentar los salarios busca equiparar las retribuciones de los miembros del Consejo de Gobierno con los de otros altos cargos. Urrutia subrayó que los consejeros han renunciado a un aumento mayor para evitar posibles malentendidos por parte de la ciudadanía, especialmente en los primeros meses de la legislatura.

Ante la pregunta sobre la posibilidad de reducir los salarios de los altos cargos, Urrutia afirmó que el Gobierno no ha considerado esta opción, ya que la situación problemática se originó en 2010 y el actual Gobierno no fue responsable de esas decisiones. La propuesta ahora debe ser aprobada como parte de los Presupuestos Generales de Cantabria.