Cuando el cáncer infantil paraliza una familia: Cantabria impulsa una estrategia para no dejarles solos

Cantabria lanza una estrategia para acompañar a familias con niños con cáncer, garantizando atención integral, equitativa y humana en todas las etapas del proceso

Cristina Jimeno

Santander - Publicado el

3 min lectura

Cuando a un niño le diagnostican cáncer, todo se detiene. El trabajo, la rutina, los planes... y comienza una carrera de fondo marcada por hospitales, tratamientos y la incertidumbre. Para aliviar ese impacto, el Gobierno regional ha puesto en marcha una Estrategia de apoyo a las familias con niños que padecen cáncer, con el objetivo de ofrecer una atención “integral, equitativa y humana”. 

La medida, presentada recientemente por la Consejería de Salud, incluye atención domiciliaria, fisioterapia pediátrica, apoyo psicológico, acompañamiento social y protocolos de coordinación sanitaria. Su meta: que las familias no se sientan solas en ninguna etapa del proceso. 

A nivel de contenidos, la estrategia se estructura en tres ejes que engloban la información y sensibilización a la ciudadanía, atención clínica, y aspectos socioeconómicos y administrativos.  

“Es una guía de lo que ya hacíamos desde hace años”  

La presidenta de Amara Cantabria, María Jesús Mata, celebra la iniciativa, pero recuerda que muchas de las acciones previstas ya se venían impulsando desde el trabajo asociativo y voluntario.

“La estrategia lo que hace es dar una guía de algo que nosotros ya llevábamos haciendo en Cantabria desde hace muchos años: la parte de acompañamiento psicológico y social”, explica Mata.

Sin embargo, reconoce que el nuevo plan introduce mejoras necesarias.

“Sí que es verdad que hay que implementar cosas nuevas, como la rehabilitación, que es algo que nos hace mucha falta”, añade.

Desde Amara Cantabria insisten en que ese refuerzo de la fisioterapia y la atención emocional debe llegar cuanto antes, ya que el proceso de recuperación física y psicológica tras los tratamientos oncológicos es largo y exige un seguimiento especializado. 

Desplazamientos inevitables fuera de Cantabria  

Otro de los puntos en los que Amara pone el foco es en los desplazamientos que muchas familias deben realizar fuera de la comunidad para recibir tratamiento. El Hospital Valdecilla atiende los casos de tumores hematológicos, pero otros tipos de cáncer infantil, como los cerebrales o los sarcomas, requieren acudir a centros de referencia en otras comunidades autónomas.

“Cuando uno de nuestros hijos tiene otro tipo de cáncer, se tiene que desplazar. Queremos que sea tratado en el hospital de referencia, el mejor, el especializado en su caso. Algunos se tienen que ir sí o sí”, señala la presidenta.

Estos traslados suponen un enorme desgaste económico, logístico y emocional para las familias. Por eso, la asociación valora que la nueva estrategia contemple medidas de acompañamiento y coordinación entre hospitales, así como ayudas para paliar esos desplazamientos inevitables. 

Un paso adelante, pero con camino por recorrer  

Cáncer Infantil

Desde Amara Cantabria destacan que, aunque el número de casos en la región es pequeño, cada uno de ellos “requiere una atención muy personalizada y sensible”. La estrategia del Gobierno es vista como un primer paso importante, pero todavía hay mucho por hacer.

“Lo fundamental es que nadie se sienta solo cuando llega un diagnóstico así. Que las familias sepan que hay una red que les acompaña, les orienta y les cuida”, resume Mata.

La esperanza, ahora, es que esta nueva hoja de ruta no se quede solo en los papeles, sino que se traduzca en recursos reales y humanos para quienes viven de cerca una de las pruebas más duras que puede afrontar una familia.