El alimento que no puede faltar en tu huerta en esta época del año: "Es el rey..."

El final del verano marca el inicio de la siembra de coles, espinacas o puerros. Fernando Salmón, especialista en huertos, explica cómo cuidar la tierra en Cantabria

Álex García

Santander - Publicado el

3 min lectura

Quien más, quien menos en Cantabria quiere tener un huerto en casa. Ya sea en un jardín, un pequeño invernadero o unas macetas, cada vez son más los que buscan llenar su mesa con tomates, pimientos o coles cultivados en la propia tierra. Y a las puertas de septiembre, llega el momento de preparar la huerta para el otoño e invierno.

En Colindres, la tienda Isgoa es un referente en todo lo relacionado con huertos y jardines. Su responsable, Fernando Salmón, explica que estamos en la recta final de la temporada de verano: "En estas fechas ya se está terminando con los tomates, continúa un poco más la recogida de pimientos y muchos ya se preparan para lo que toca plantar en invierno."

Según detalla, lo que toca ahora son coles, berzas, repollos, coliflores, brócolis, romanesco, col kale, además de espinacas, acelga o remolacha. Todo esto se planta en estas semanas y, en unos cien días, ya puede recogerse en condiciones. Los puerros de invierno también están en auge desde finales de julio, mientras que los de primavera ya han sido recogidos.

Huerto

El reto de la humedad

En Cantabria, el uso de invernaderos permite alargar las cosechas y mantener una continuidad en el huerto. Eso significa que, con algo de planificación, es posible disfrutar de tomates casi todo el año. "El tomate es el rey, siempre lo es, aunque la humedad aquí nos lo complica bastante con hongos y **enfermedades", explica Salmón.

La humedad favorece la aparición de mildiu, un hongo que ataca directamente a los tomates. Para combatirlo, la clave está en la prevención: preparar bien la tierra antes de plantar, regular el pH con productos como la cal viva y evitar encharcamientos.

Los cambios de clima también están alterando el calendario de cultivos. "Este año ha llovido muchísimo en marzo, abril y mayo, casi hasta San Juan. Eso para la patata ha sido muy negativo", apunta el especialista, que recuerda cómo antes las temporadas estaban más marcadas y la recogida era más previsible.

Cantabria, tierra agradecida

A pesar de estas dificultades, Cantabria es una tierra agradecida para la agricultura. Con un pH bien regulado y una mínima rotación de cultivos, el suelo responde bien. "No es una tierra mala, al contrario. Hay cultivos que sufren con tanta humedad, pero en general da buenos resultados", señala.

Lechugas plantadas

Para quienes mantienen un huerto casero, lo esencial es la constancia: eliminar malas hierbas, rotar cultivos y cuidar los suelos. La rotación es clave para que la tierra no se agote: si un año se plantan patatas en un terreno, al siguiente conviene cultivar otra especie.

Más allá de la producción, el huerto forma parte de la cultura y el estilo de vida en Cantabria. Cada vez más familias apuestan por cultivar en casa, ya sea por tradición, por salud o por el placer de comer algo propio. "Con paciencia y cuidado, un huerto en Cantabria da muchas alegrías", resume Salmón.

El cambio de estación es, por tanto, una oportunidad para quienes quieran iniciarse. A finales de agosto y principios de septiembre, plantar coles, puerros o espinacas es apostar por una despensa natural que empezará a dar frutos antes de Navidad.

Temas relacionados