Casi 300 días secuestrado, Antonio Pampliega presenta en Santoña la historia de los Cowboys del periodismo de guerra
El periodista y corresponsal de guerra Antonio Pampliega presenta este jueves en la Casa de Cultura de Santoña su novela 'Cowboys en el infierno', un relato crudo sobre la batalla de Alepo y la vida de los reporteros freelance que se juegan la vida para contarla.
Santander - Publicado el
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La batalla de Alepo marcó un antes y un después en la guerra de Siria… y también en la vida de quienes trataron de contarla. Uno de ellos fue Antonio Pampliega, corresponsal freelance durante más de diez años, secuestrado por Al Qaeda durante casi 300 días y autor del libro En la oscuridad, donde relató aquel cautiverio.
Ahora, Pampliega presenta este jueves a las 7 de la tarde, en la Casa de Cultura de Santoña 'Cowboys en el infierno', una novela que reconstruye desde dentro la realidad de aquellos reporteros jóvenes que, sin respaldo de ningún medio, se jugaron la vida para informar.
Han pasado 30 años desde Territorio Comanche… las guerras, y la forma de cubrirlas, ya no se parecen en nada"
Periodista de guerra
Pampliega lo explicaba así en COPE Cantabria: “Quería mostrar cómo ha cambiado el oficio. Aquellos años en Siria nos los pagábamos todo nosotros: casas ocupadas cerca del frente, sin chaleco, sin traductor… Era la única manera de sobrevivir allí”.
Alepo, una ciudad devastada
Alepo fue uno de los escenarios más violentos de la guerra. Avenidas interminables, edificios derrumbados, francotiradores escondidos… Ese paisaje asfixiante está muy presente en la novela. “El lector caminará por Alepo como lo hicimos nosotros: con miedo a cada esquina”, subraya Pampliega.
El periodista asegura que escribir el libro fue una forma de recuperar recuerdos, homenajear a compañeros fallecidos —como James Foley o Roberto Fraile— y contar cómo era el día a día de esos “cowboys” del periodismo.
Antonio Pampliega fotografiando en un conflicto bélico
Aunque Cowboys en el infierno es novela, gran parte de lo narrado ocurrió realmente: “El 70–75% del libro es verdad. Los personajes son ficticios, pero las personas en las que se basan existieron, estuvieron allí”, ha afirmado el periodista.
La ficción le ha permitido explicar al lector aspectos poco conocidos, como el papel de Estado Islámico en Siria, el funcionamiento de los grupos armados o las dinámicas de las ciudades en guerra.
Precariedad, soledad y dignidad profesional
Pampliega explicó que uno de los objetivos de la novela es mostrar la realidad que vivían los corresponsales freelance en Siria, una realidad que poco tiene que ver con la imagen romántica del periodista de guerra. Contó que muchos vivían en casas ocupadas cerca de la primera línea de combate porque no podían permitirse pagar un alojamiento seguro en Turquía. Permanecer allí el mayor tiempo posible era la única forma de reducir gastos y poder seguir informando.
Relató también que, a diferencia de los corresponsales contratados por grandes medios, ellos trabajaban sin chaleco antibalas, sin intérprete y sin respaldo logístico. Todo corría a su cuenta: desde los desplazamientos hasta el equipo, pasando por el propio riesgo personal. Mientras buscaban historias en mitad de una ciudad devastada, debían pelearse además con los medios para cobrar piezas que, según recuerda, en ocasiones se pagaban por apenas 35 o 45 euros.
En Alepo nos jugábamos la vida mientras peleábamos para que nos pagaran 35 euros por una crónica."
Periodista de guerra
El periodista reconoce que esa precariedad no solo condicionaba su trabajo, sino que ponía en juego su vida a diario. Y que esta es una realidad que muchas veces queda oculta tras la épica del reporterismo de guerra. Con 'Cowboys en el infierno', quiso dejar constancia de todo ello y denunciar que la profesión ha ido perdiendo dignidad, especialmente para quienes trabajan por su cuenta.
El final de una etapa
Antonio Pampliega reconoció que 'Cowboys en el infierno' marca un punto y final en su trayectoria como corresponsal de guerra. Después de más de una década entrando y saliendo de conflictos armados, asegura que llega un momento en el que la vida personal pesa más que la adrenalina del frente. Con 43 años, una hija pequeña y responsabilidades familiares, decidió que ya no podía seguir viviendo con la incertidumbre constante de si regresaría o no de cada viaje.
Antonio Pampliega
Explicó que, aunque seguirá dedicado al periodismo, quiere hacerlo desde otros ámbitos menos extremos, centrado en investigaciones y reportajes lejos del combate directo. Aun así, considera que todo lo vivido —las historias, los compañeros y los lugares a los que pudo llegar— forman parte de quién es hoy. Esta novela, dice, es su forma de despedirse de una etapa tan intensa como irrepetible.
La novela Cowboys en el infierno se presentará este miércoles, a las 19:00 horas, en la Casa de Cultura de Santoña.