Allá por 2011, a Tristán “Chucho” Moziman le empezó a rondar por la cabeza la idea de aportar su granito de arena a la sociedad cántabra de la que se siente tan orgulloso de pertenecer desde hace casi 20 años. Argentino de pura cepa, de Santa Fe, el rugby le hizo dirigir sus pasos a Santander en 2002, primero como jugador y luego como entrenador del Independiente, cargo que ocupa desde hace 13 temporadas (hoy el club se denomina Mazabi Santander Independiente). Quería crear un equipo de rugby formado por presos del Dueso. Transmitir los valores de este deporte a reclusos que cometieron un error en su vida, pero que tarde o temprano regresarían a las calles; quería ayudarles a la, muchas veces complicada, reinserción social.

Planteó su visión a las diferentes autoridades de la región, pero no lo vieron claro. Hasta que hace 3 años, un suceso a las puertas de una discoteca provocó la chispa que desencadenaría la base del proyecto. Una amenaza, una pistola, 'Chucho' en medio aplacando los ánimos de Iván, que por ese acto de apenas 2 minutos le costó entrar en prisión. En el Dueso.

Era el momento; había que ir allí y trasladar algo que ya estaba fundado, los “Espartanos” de Argentina. Una charla en la penitenciaría santoñesa, a la que asistió el propio Iván, y juntar a 11 presos para crear “Espartanos Rugby en España”. Antes de la pandemia, llegaron a juntar a 60 miembros en el equipo.

MOZIMAN EN COPE CANTABRIA, EL LIBRO Y LA PORTADA

Toda la historia la relata el propio 'Chucho' a Jaime del Olmo en "Deportes Cope Cantabria" (puedes escuchar la entrevista pinchando debajo de la fotografía) aprovechando la publicación del libro "Espartanos en el Dueso, a la reinserción por el rugby", de 472 páginas, escrito por el periodista y psicólogo Marino Pérez Avellaneda.

En él, Marino describe y documenta el proyecto 'Espartanos' que se está desarrollando en El Dueso, donde trata de fomentar la solidaridad, el compañerismo, el trabajo en equipo, la humildad… cualidades todas ellas idóneas para facilitar la futura reinserción y la posterior integración social de los internos. Además de entrevistar a 34 personas (reclusos, funcionarios, técnicos, jugadores…), el autor analiza el contexto del Sistema Penitenciario Español y aprovecha para presentar una historia del penal santoñés y de sus reclusos más famosos. Todo ello constituye un estudio riguroso y completo, pero a la vez atractivo, que apuesta por la visión positiva de un futuro en libertad.

La fotografía que sirve como portada del libro la hizo Marcos Argumosa al terminar uno de los partidos, mandó a los chicos al mar para recuperar, al mar que día a día ven detrás de los muros y rejas, al mar que respiran pero no disfrutan... La sensación de libertad que transmite la imagen vale más que mil palabras.