Resumen en vídeo: El Racing gana, acaricia la permanencia, mete en un lío a varios clubes y desciende al Ibiza

Tercera victoria seguida en casa de los de José Alberto, que en un partido trabado logra el objetivo de hacer de El Sardinero un fortín. Comunión perfecta entre equipo y afición

Redacción digital

Madrid - Publicado el - Actualizado

6 min lectura

Las dinámicas en esto del fútbol cuentan... vaya si cuentan. Háganse a la idea: El Ibiza de Alcaraz podría haber sido perfectamente el Racing de Romo. Llámenlo mala suerte, decisiones erróneas del árbitro, lesiones inoportunas, un balón que da al palo y se va fuera en vez de ir dentro, que te ganen o empaten en el último minuto... Bla, bla, bla... Si un equipo de la zona baja entra en barrena, es muy complicado dar la vuelta a la situación.

Lo raro es lo de José Alberto, y lo de Baturina. Dos piezas que llegan al Racing bien entrada la temporada, uno en el banquillo y otro en la delantera, que encajan desde el día 1, cuya labor ha sido fundamental para dar la vuelta al calcetín en el equipo verdiblanco. Sus decisiones contra los insulares, Roko inventándose un zurdazo de oro a la escuadra y el entrenador gestionando los cambios con dos lesiones en la primera parte, fueron fundamentales para sumar este viernes los 3 puntos.

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No fue el mejor partido del Racing en casa, ni mucho menos. El Ibiza, que con orgullo peleó por sacar algo positivo de El Sardinero, se agarró al encuentro en una segunda parte donde neutralizó la superioridad racinguista de la primera. Porque en la primera el Racing fue superior. No pudo presionar muy arriba porque los ibicencos a la que podían despejaban en largo, por lo que los cántabros trataron de dominar desde la calma y la posesión.

También se crearon dos ocasiones claras; en el minuto 6 Íñigo Vicente envió al segundo palo para que Germán cabeceara fuera por poco. Y cinco minutos después un centro cruzado de Juergen a la derecha lo empaló a la perfección Dani Fernández incorporándose desde el lateral, que obligó a Germán a hacer un paradón al palo corto y despejar a córner.

GOL Y DOS LESIONES:

Germán, a los 15 minutos, sintió un dolor en la planta del pie y pidió el cambio. Se eternizó su salida del campo hasta que vio, queriendo, una amarilla que le acarrea un partido de suspensión; como estará lesionado, ni tan mal. Objetivo cumplido. José Alberto hizo calentar rápido a tres centrales: Mantilla, Eneko y el jefe de la zaga, Rubén Alves, que venía de dos semanas de baja recuperándose de una rotura fibrilar grado 1. El técnico, antes de tomar la decisión, le pregunta a Rubén cogiéndole de la cara: "¿Todo ok? ¿Estás bien?" Rubén asiente con la cabeza. Decidido, arriesgamos. La moneda salió cruz.

Porque en un minuto llegó el gol y la recaída de Rubén Alves. Falta lateral que saca Íñigo Vicente al área, con Roko bordeando el fuera de juego. El croata, habilitado, controla con el pecho, y cuando parecía que se dejaba el balón atrás, enganchó un demoledor disparo que sorprendió a Germán Parreño... y a él mismo, ya que apenas lo celebró, abriendo las manos como diciendo "vaya chicharro acabo de meter...".

Con la grada como loca saltando, botando, y celebrando que por fin el Racing había abierto la lata, con el rabillo del ojo se veía a un racinguista tumbado en el césped desolado... era Rubén. Pinchazo tremendo en el bíceps femoral de su pierna izquierda, otra vez, que le obligó a salir del campo en camilla. ¿Será su último partido de la temporada? Visto lo visto con la experiencia de forzar y acortar tiempos de recuperación, parece que sí. Tranquilos racinguistas, que está Mantilla.

Hubo unos momentos de confusión, todo hay que decirlo; y el Ibiza casi pesca en río revuelto. Cristian Herrera chutó cruzado dentro del área que obligó a Ezquieta (titular en lugar de Parera) a hacer su primera y única parada de mérito en el partido. Después, en el añadido, Mboulá estuvo lento a la hora de controlar y picar ante la salida a sus pies de Germán.

DOMINIO DEL IBIZA SIN OCASIONES:

José Alberto decidió no arriesgar a Peque, con tarjeta, ni a un recuperado Mboulá tras un mes lesionado, y les dejó en la ducha al descanso. Con Sangalli e Íñigo Sáinz Maza en el campo, el Racing se echó atrás. Más de lo esperado, y el Ibiza viendo que la puerta estaba abierta, entró. Además, ya no tenía nada que perder; solo le servía ganar para seguir vivo.

Lo que pasa es que el Ibizá está penúltimo por algo. La dinamita arriba es escasa y la sensación de dominio era sobre todo eso, sensación. El Racing se hacía más largo y Ekain trató de recibir entre líneas para generar algún acercamiento. Con los cántabros replegados y sufriendo para recuperar la pelota, llegando tarde a los balones divididos, la grada lo percibió y decidió alentar como nunca. Lo que hace años (décadas) hubiera sido un run-run sordo, un murmullo que penetra en los jugadores y les atenaza más de lo debido, hoy son cánticos de ánimo, aplausos, dar sin recibir... Una maravilla que ponía la piel de gallina. El equipo lo agradeció y dio un paso adelante.

DESPROPÓSITO ARBITRAL, OTRA VEZ:

A partir del minuto 60 el Racing volvió a general peligro, primer por un tiro mordido de Baturina que rozó el palo, y luego en el 69 con un robo al portero de Juergen que Roko no acertó a marcar. El cansancio del delantero era evidente; luego dio una infame patada al aire que emborronó una buena jugada coral con pase atrás definitivo de Íñigo Vicente.

Y en el 75, llegó el habitual show arbitral. Acepto que Fran Grima apenas impacta en el cuello de Baturina en la esquinita del área. Pero contacto hay, De la Fuente Ramos lo ve y lo señala. Faltita. De esas que se pitan en el centro del campo y no pasa nada. Pero es que era en el área. Para mí, puedo estar equivocado, es una imprudencia del defensa. A la siguiente seguro que se guarda las manos antes de dirigirlas al cuello de un contrario.

Pero Ocón Arráiz, como muchos otros compañeros de gremio desde la salita VOR, decide tomar protagonismo y rearbitrar una acción ya juzgada. Es una acción denominada "gris", en las que si hay interpretación prevalece la decisión del juez de campo... O eso pensábamos todos. Yo ya lo dudo bastante. El que manda es el que está en la tele. Revisión, y marcha atrás. A seguir remando...

LLEGA EL FINAL Y LA EXPLOSIÓN DE ALEGRÍA:

El Ibiza no aprovechó tampoco ese plus de verse 2-0 y luego volver a la vida. Ezquieta tuvo una noche más bien tranquila. De hecho, hasta el final la mejor ocasión fue de Íñigo Vicente, que de un derechazo a la escuadra en el minuto 94 desde el borde del área obligó a Germán a hacer el paradón de la noche y despejar a córner.

Tras los 5 minutos de añadido, de nuevo El Sardinero explotó de alegría, sabedor de que ya la permanencia solo la puede perder el Racing. Con 47 puntos, que hagan cuentas otros, que nosotros ya hemos sufrido lo nuestro. Esta vez, nadie se fue de la grada a pesar del chaparrón que estaba cayendo. Todos gritaron a una el "RACING SANTANDER, OE OE, OE OE, RACING SANTANDER" que atronó en el estadio acompañado de 17.066 palmas. Una pasada... Ojalá esta semilla sembrada en estos tres últimos partidos ante Albacete, Granada e Ibiza (con mismo resultado, 1-0) haga que el racinguismo siga creciendo y que este ejército de José Alberto siga jaleado por su cada vez mayor marea verdiblanca. Enhorabuena a todos. El objetivo está a la vuelta de la esquina, quizá en Miranda...